El mismo Señor Jesucristo en el sermón del monte (Cap. 5-7) tocó algunos de los diez mandamientos y profundizó su significado, lo podemos apreciar con respecto al sexto mandamiento (No matarás), y dijo que cualquiera que se enoje contra su hermano es culpable de juicio (Mat 5:22). También dijo, con respecto al séptimo (No cometerás adulterio), que cualquiera que mira con lujuria a una mujer, ya adulteró en su corazón (Mat 5:28). Y amplificó que el resumen de la ley y los profetas en Mat 7:12, es que todo lo que quieran que la gente haga con ustedes, eso mismo hagan ustedes con ellos, lo que se denomina la regla de oro.
En al antiguo pacto la ley fue escrita en tablas de piedra, pero ahora en el nuevo pacto, inaugurado con la venida del Mesías, la ley está en la mente y escrita en los corazones de los hijos de Dios(Heb 8:10). Él nos hizo ministros competentes del nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica (2 Cor 3:6).
Hoy la reflexión es, no te olvides del mayor de los mandamientos, que es amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente (Deu 6:5, Mat 23:37-40), y el segundo en importancia es amarás a tu prójimo como a ti mismo; de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas, en consonancia con lo que tenemos en la regla de oro, que está impregnada por el amor. Los primeros cuatro mandamientos son verticales, y los seis restantes son horizontales.
Ten muy presente la introducción de los diez mandamientos, Yo soy el Señor tu Dios que te saque de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre (Exo 20:2, Deu 5:6), primero debe haber liberación de la esclavitud por gracia, misericordia, amor y bondad, con la promesa de Dios que seremos un tesoro especial, reino sacerdotal, nación santa, si cumples mi pacto (Exo 19:5-6, 1 Pedro 2:9), por eso cuando desligamos, la obediencia del pueblo de Dios una vez que recibimos esa gracia, podemos terminar en incredulidad y terminar tendidos en el desierto. En el nuevo pacto, tenemos el derramamiento del Espíritu Santo en los creyentes para vivir en el temor y santidad de Dios.
Vivimos en un mundo que no le presta atención a honrar a los padres, a matar, a cometer adulterio e inmoralidad sexual, a robar, a mentir con facilidad y la codicia que es muy promovida por las redes sociales donde le dicen a las personas como deben ser físicamente y qué cosas deben tener para que según ellos, la persona se sienta realizada y exitosa, pero nosotros como hijos de Dios, debemos primero concentrar todas nuestras fuerzas a amar a Dios y amar a nuestros semejantes con el amor que solo viene por medio de Cristo en el poder del Espíritu. Amar a los demás sin el amor que viene del cielo es imposible, porque el amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (1 Cor 13:7), y solamente sabemos que tenemos esa falta de amor en nosotros es en los momentos de las tensiones y tribulaciones que experimentamos a medida que nos vamos entregando al Señor Jesucristo.
No tomes los diez mandamientos como una carga que debes cumplir para ser aceptados por Dios, somos justificados es por medio de la fe en Cristo Jesús (Rom 4:24-25), no confundas la justificación con la santificación. Todo creyente debe vivir en la santidad y el temor de Dios que nos ha sido dado en la palabra de vida.
Artículo tomado de: https://www.elmensajedejesus.org/temas/crecimiento-espiritual/importan-los-diez-mandamientos-de-dios-en-la-epoca-actual.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página.Si te ha gustado haz clik en;Me gusta