Las 7 iglesias de Apocalipsis (1)

Ciudad de Éfeso

El mensaje a Éfeso       

Hoy damos comienzo al estudio de las 7 iglesias de Apocalipsis. Cada una de estas iglesias eran congregaciones locales con rasgos peculiares y con necesidades únicas. Se piensa que estas iglesias reales a la vez representan los diferentes periodos por los cuales la Iglesia pasaría en la historia, desde su origen hasta la etapa final del cristianismo.

El mensaje a Efeso.

"Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no,vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaitas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído oiga lo que el Espíritu dice a las iglesia. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios (Apocalipsis 2:1-7)
Efeso era la capital de la provincia romana de Asia (Turquía moderna). Allí se encontraba una de las siete maravillas del mundo antiguo: el templo de Diana (Artemisa; Hch 19:23–41). Era un edificio magnífico cuya construcción tardó unos 200 años. La ciudad era una gran sede de cultura y educación, con una famosa biblioteca y un anfiteatro con capacidad para 25,000 personas. Efeso era un centro comercial con un próspero negocio de fabricación de estatuas y con un puerto cercano muy activo.

Los comienzos de la iglesia en Efeso son desconocidos. Ciudadanos de Asia visitaron a Jerusalén el día de Pentecostés (Hch 2:9), y tal vez algunos de ellos regresaron a Efeso como nuevos convertidos al cristianismo. Pablo visitó la ciudad brevemente en su segundo viaje misionero (Hch 18:18–22), enseñó en la sinagoga, y dejó a Aquila y a Priscila para que continuaran el ministerio allí. Apolos, un maestro elocuente, laboró con ellos por un tiempo (Hch 18:24–28). Más tarde Pablo regresó a Efeso, como había deseado, y allí llevó a cabo un ministerio por tres años (Hch 19 y 20). Hubo intensa oposición satánica al evangelio (Hch 19:9, 13; 1 Co 16:8–9), pero fue un tiempo fructífero porque hubo muchos convertidos (Hch 19:18–19, 26)

Con respecto a las 7 iglesias de Apocalipsis, cada uno de los mensajes a las 7 iglesias está escrito al "ángel de la iglesia en..." Las cartas van dirigidas no a un ángel espiritual, sino al anciano, pastor, o líder que dirigía cada una de esas iglesias. Dios considera como responsable principal de cada iglesia al que está al frente de ella, y la está guiando espiritualmente.

Jesús se identifica a esta iglesia en Efeso como " el que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro.." El simbolismo de las siete estrellas representa a los siete ángeles, es decir, los ancianos o pastores de esas iglesias (esto lo podemos reafirmar si leemos Apocalipsis 1:20) Cuando se dice que Jesús tiene las 7 estrellas en su diestra se está diciendo que Jesús tiene a cada anciano o pastor en su mano derecha, ilustrando con ello el cuidado de nuestro Señor por su Iglesia.

El nombre Efeso significa fervor, deseo. El periodo histórico que se piensa, le corresponde a esta iglesia abarca desde el 30-300 d.C. Es el tiempo de los apóstoles y de los primeros cristianos. Es el periodo de los milagros y señales. Es la etapa más hermosa de la Iglesia.

En el versículo 2 Jesús le dice a esta iglesia:" Yo conozco tus obras.."No podemos negar que el Señor conoce la condición espiritual de cada iglesia porque anda en medio de ellas. Con respecto a la iglesia de Efeso, ella es reconocida por su arduo trabajo y paciencia. Era una iglesia que había sufrido y no había desmayado. Los miembros de la iglesia de Efeso eran misioneros incansables que sufrieron persecución y muerte por compartir su fe . Esta iglesia se mantenía trabajando para que ninguna falsa doctrina se introdujera, y para ello probaba a todos los que decían ser llamados por Dios en alguno de los 5 ministerios, como el de apóstol (Efesios 4:11) desechando el que no hubiera sido llamado por Dios. Todo esto que hacía la iglesia estaba perfectamente bien. De hecho, si hoy día se hicieran las cosas así, muchas iglesias se evitarían serios problemas entre sus miembros. Sin embargo, la iglesia tenía algo que al Señor no le gustaba. "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor". ¿Por qué le dice Jesús que habían dejado el primer amor? Para ello tenemos que conocer lo que caracteriza a alguien cuando está en el primer amor. No podemos negar que hay una actitud que domina a la persona cuando está en su primer amor, y esa actitud es la pasión o fervor. La iglesia de Efeso había perdido su pasión y fervor por el Señor. Ellos habían perdido su fervor de orar y tener comunión con Dios, y su fervor de leer y estudiar las Escrituras. Su fervor espiritual había disminuido considerablemente. En lugar de centrarse primeramente en Dios, se habían centrado primero en las obras de Dios. Este problema lo viven hoy día muchas iglesias en el mundo, las cuales están centradas en actividades de entretenimiento, en lugar de centrarse en la oración y la comunión con Dios. Muchas iglesias hoy no se dan cuenta que su condición es similar a la condición de la iglesia de Efeso y le dan más valor a las obras o al trabajo que hacen para Dios, que al mismo Señor de la obra. Pero ¿cómo podemos hacer para mantener vivo el primer amor? Esto es realmente un desafío. Es el mismo desafío que tiene un matrimonio de estar enamorado de su pareja cuando ya llevan casados por más de 20, 30, 50 años. Pero si tenemos presente que el matrimonio, al igual que con la vida espiritual es una relación activa con la pareja, intentaremos tener esa relación activa para que nuestro amor no se apague. Esto se aplica tanto con la pareja como con el Señor.

En el versículo 5 Jesús le pide a la iglesia recordar cuándo fue que la iglesia comenzó a desviarse, y le insta a arrepentirse y hacer las primeras obras. ¿Qué quiere decir Jesús aquí con hacer las primeras obras? Lo que el Señor le estaba queriendo decir a la iglesia es:"Recuerda cuando me conociste y tuviste ese primer amor conmigo, esa pasión y fervor que te llevaba a orar y alabarme. Haz esas primeras obras que hace todo enamorado y que hiciste conmigo al principio". Eso es lo primero que el Señor espera de cada iglesia o congregación en esta tierra. Las obras, son importantes pero son secundarias, y se hacen movidas por ese amor al Señor, no por hacerlas sin más.

"..Pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido". ¿Qué era lo que realmente el Señor iba a quitarles? La respuesta la tenemos claramente en el capitulo 1:20 donde dice:"...Y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias". Si esta iglesia no se arrepentía de su pecado, el Señor la quitaría de donde la había colocado. Esto es algo muy fuerte, pero si el Señor amenazó a esta iglesia con esto, hoy día puede, y sigue haciéndolo, con aquellas iglesias locales que no están agradándole. Dios es quien pone y también el que quita.

A pesar de todo, el Señor elogia a esta iglesia porque como señala el versículo 6 la iglesia aborrecía las obras de los nicolaitas. Estas personas eran hermanos que se habían desviado de la sana doctrina y estaban practicando la poligamia y el libertinaje. La iglesia de Efeso fue felicitada por rechazar estas doctrinas.

Cada iglesia de Apocalipsis recibe una promesa del Señor. Al que venciere en Efeso se le daría a comer del árbol de la vida (vr 7) Este árbol es el mismo que habla Génesis 3:22-24) y representa a Jesús mismo. Cuando Dios creó al hombre, lo creó con la capacidad de poder vivir eternamente, siempre y cuando comiera del árbol de la vida. Al pecar y ser expulsado del huerto, la maldición de la muerte vino, y el hombre murió por no poder comer de ese árbol de la vida. Jesús es ese árbol de la vida. Y cuando todo haya acabado aquí en la tierra y estemos en la presencia de Dios, necesitaremos comer de ese árbol (Jesús) el cual volverá a estar disponible para los justos (Apocalipsis 22:2) Esto nos muestra que el hombre siempre dependerá de Dios, aún en la eternidad, porque si así no fuera seríamos igual a Dios.

Aprendamos la enseñanza que se nos da por medio de esta iglesia de Efeso y sirvamos al Señor, pero amándolo a él, más que a cualquier obra que hagamos para él.