Abandonando el cuerpo rumbo a... |
Vivimos en un tiempo en el cual es fácil encontrar personas que dicen creer sólo en aquellas cosas que pueden ver o tocar, es decir, percibir con los cinco sentidos (empirismo) De ninguna manera ellos pueden asimilar la idea de la existencia de un "más allá" en el cual la persona continúa viviendo no ya por un tiempo determinado, sino por la eternidad.
La pregunta del millón no es otra que ésta: ¿Hay vida después de la muerte?
Sin duda alguna, aún la persona que se considere atea, humanista, y materialista, no puede negar el no pensar en su interior si es cierto que todo termina al morir, o si habrá vida condicionada por nuestras acciones hechas mientras estuvimos vivos.
El ser humano está compuesto de 3 partes: espíritu, alma y cuerpo . En 1 Tesalonicenses 5:23 leemos: "...y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo"
Tanto el espíritu como el alma, son partes inmateriales de la persona. El espíritu es el soplo que Dios le dio al hombre cuando lo creó. Génesis 2:7 dice:"Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente" El espíritu, además, es lo que da vida al cuerpo. No fue hasta que Dios sopló de su Espíritu en el hombre que éste vivió físicamente. Podemos leer y ver el ejemplo en Ezequiel 37:10. Solamente el hombre posee parte del Espíritu de Dios; por eso la Biblia dice que fue hecho a Su imagen y semejanza. Es por medio del espíritu que el hombre tiene comunión con su Creador. Toda persona nace espiritualmente muerta por causa del pecado. Cuando viene a Cristo y lo recibe como Salvador y Señor, su espíritu renace, y de ésta manera puede volver a tener comunión con Dios. Cuando la persona muere, su espíritu vuelve a Dios al abandonar el cuerpo. Esto es así aunque la persona haya sido salvada al recibir el sacrificio de Cristo, o no haya recibido salvación. Al respecto, Eclesiastés 12:7 nos dice: "Y el polvo vuelva a la tierra como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio".
¿Y qué es el alma? El alma se compone de los sentimientos, emociones, intelecto y voluntad. Luego el alma es la persona misma, siendo ésta la que pasará a la eternidad. Si la persona recibió el sacrificio de Cristo y el perdón de pecados por el arrepentimiento, esa alma vivirá eternamente con Dios, no así para el alma o persona que rechazó el regalo de la salvación.
¿Qué es el alma? |
Cuando una persona justificada por Cristo muere, inmediatamente va a lo que la Biblia llama "paraiso"que no es otra cosa que un lugar de descanso en la presencia de Dios. Allí estará hasta el fin de todo aquí en la tierra. Será en el llamado "estado eterno"cuando la persona será puesta en los lugares celestiales, morando en la "Nueva Jerusalén".(Apocalipsis 21:9-27)
Cuando una persona NO justificada por Cristo muere, va a un lugar de tormento (Lucas 16:19-31) esperando el juicio final que la llevará al infierno o "lago de fuego y azufre" (Apocalipsis 20:11-15) allí pasará su eternidad Sin Dios.
Cabe además destacar que no existe el llamado "purgatorio".Fue la iglesia católica la que siglos después del nacimiento de la Iglesia, se inventó tal doctrina para suavizar el estado de la persona pecadora cuando muere. Sin embargo, no existe ni un sólo versículo bíblico que sostenga la idea de un purgatorio. Además de todo esto, una vez que la persona muere de ninguna manera tiene contacto con las cosas de este mundo ni con sus familiares. Eclesiastés 9:6 dice así, refiriéndose a los muertos:"...Y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol."
Esto nos lleva a preguntarnos qué pasa entonces con aquellos que dicen haber visto aparecérseles familiares o personas muertas. La respuesta es que no son ellos, sino espíritus demoníacos o ángeles caídos que toman la apariencia de la persona muerta con el objeto de engañar y crear confusión. La Biblia dice que Satanás se disfraza como ángel de luz, y que lo único que quiere es robar, matar, y destruir, y ésta es una manera que usa para llevar a cabo su plan de destrucción hacia el hombre. No creamos sus mentiras.
Por último, tenemos al cuerpo físico, que no es sino la envoltura del alma. Por tanto, podemos afirmar que la persona es un alma con un espíritu, dentro de un cuerpo físico. Aunque el cuerpo es sólo el envoltorio de la persona, para Dios es muy importante ya que El lo diseñó. Es por ésto que de la misma manera que el cuerpo de Jesús resucitó, nuestros cuerpos también lo harán un día (1 Corintios 15) Aunque tendrán la misma apariencia física, serán cuerpos glorificados y diseñados para vivir en la esfera espiritual.
Nuestro destino eterno está condicionado por nuestras decisiones aquí en esta vida. Aunque muchos hoy día no crean en la existencia de Dios ni en el "más allá" lo cierto es que es real, y un día todos tendremos que enfrentarnos con nuestro Creador y Dios. La pregunta final es, ¿Tienes confianza de una eternidad gloriosa con Dios, o por el contrario no sabes qué sucederá contigo al respecto? Hechos 4:12 afirma:"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".
También Romanos 5:1 nos asegura que: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo".
¿ Tienes tú, mi querido lector paz para con Dios mediante la justificación de Cristo? Si tu respuesta es que sí, te felicito. Si por el contrario es no, hoy mismo puedes tenerla aceptando a Cristo como Salvador, y a su sacrificio por ti en aquella cruz.
Tu decisión hoy, cambiará tu destino eterno. Dios te bendiga.
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