lunes, 4 de septiembre de 2017

Sectas y partidos del judaísmo en el N.T

Al igual que otros pueblos y naciones, los judíos tendían a formar sectas religiosas y partidos políticos. Los grupos más importantes en el contexto del Nuevo Testamento son los que vamos a estar viendo a continuación.

Los Fariseos. 

En hebreo, la palabra para fariseo es "perusín" que significa, separados. Esta es la forma en que la gente los llamaba como un apodo sarcástico. Los fariseos formaban la secta más grande y de mayor influencia en la época del Nuevo Testamento. Su mayor preocupación era que cada parte de la ley de Moisés, como también los profetas y los escritos, fuese obedecida. Este celo por guardar estrictamente la ley tuvo su origen a consecuencia de la cautividad babilónica. Antes de los romanos, cuando el helenismo comenzó a filtrarse en Palestina, una buena cantidad de judíos respondió a su influencia. Los judíos ortodoxos estaban horrorizados y sentían que no podían permitir que el helenismo pagano invadiera su cultura y destruyera su herencia espiritual. De modo que se formó el grupo de los "Hasidím" o "piadosos" para batallar en contra del helenismo. De este grupo salieron los fariseos del Nuevo Testamento. Los judíos habían aprendido la lección,  por tanto, se propusieron obedecer cada precepto de la ley al pie de la letra.
Puesto que como cristianos comprendemos la importancia de la ley de Dios, es fácil que nos demos cuenta de porqué se levantó un grupo como el de los fariseos, y cómo ésto, debió haber sido algo bueno. Sin embargo, tristemente, los fariseos del principio cambiaron, llegando al extremo de preocuparse tanto por obedecer cada detalle de la ley, que se olvidaron de la intención original que Dios tuvo para ella. Poniendo demasiado énfasis en la manifestación externa y en las ceremonias, llegaron a perder de vista la importancia del hombre interior. En lugar de estar separados del pecado, llegaron a estar separados de la gente.
Con el pasar de los años se desarrolló todo un cuerpo de tradición oral que nada tenía que ver con la ley de Dios. La tradición oral se refiere a una práctica que se trasmite en forma verbal de una generación a otra. Durante el tiempo de Cristo, los fariseos creían que la tradición oral, que equivalía a la interpretación que ellos hacían de la ley, era tan importante como la ley escrita, poniéndola a veces por encima de la misma ley. El Señor Jesús tuvo que reprenderles al respecto en varias ocasiones por lo mismo. En Mateo 15:9 Jesús dijo a los fariseos: "Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres" En Mateo 23 encontramos también los ¡Ay! que Jesús profirió a este grupo junto con los escribas,

Los fariseos no eran sacerdotes en el tiempo de Cristo. La mayoría eran laicos que provenían de la clase media de la sociedad, y eran hombres de negocios o comerciantes. Un hombre no era fariseo porque su padre lo hubiera sido. Si deseaba unirse al partido debía ser considerado digno por adherirse estrechamente a la ley y a las tradiciones. Puesto que el partido de ellos era altamente respetado,uno se consideraba privilegiado si los fariseos lo reclutaban. Era el partido más popular que atraía a la clase media. Los típicos fariseos eran arrogantes y despreciaban a los que no eran como ellos. Puesto que el fariseo no era un sacerdote, él no usaba el Templo como el lugar de su labor religiosa, sino que pasaba la mayor parte del tiempo en la sinagoga. Ellos creían en la resurrección de los muertos, y en la vida eterna del alma, donde los malos serían castigados y los justos recompensados.                                        

Los Saduceos
Los saduceos, al igual que los fariseos, tuvieron su origen en el periodo intertestamentario. A diferencia de los fariseos, el término "saduceo" no se sabe lo que significa. No obstante, sabiendo que ellos descendieron del Sumo Sacerdote Sadoc, de la época de Salomón, y que el nombre de Sadoc significa "justicia o rectitud" el nombre de saduceos puede interpretarse como los "justos o los rectos".
Los saduceos provenían de la clase rica y aristócrata, y componían el grupo sacerdotal. Tanto el Sumo Sacerdote como los principales sacerdotes eran saduceos. Ellos opinaban que la cultura helénica y las autoridades romanas eran necesarias para el bien del pueblo. El hecho de que ellos aceptaran esta influencia extranjera indica que le daban mayor valor a la política que a la religión. Al ser los saduceos los sacerdotes, sus actividades religiosas estaban centradas en el Templo. Ellos aceptaban sólo los libros escritos de la ley (Génesis,Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio) pero rechazaban los libros de los profetas, los Escritos, y la tradición oral de los fariseos.
Los saduceos no creían en la doctrina de la resurrección de los muertos, ni en la existencia de ángeles ni en la inmortalidad del alma. Ellos también negaban el destino del hombre afirmando que la persona, mediante sus propias acciones, era la única responsable de lo que le aconteciese. También negaban los castigos y recompensas después de la muerte.
Aunque los fariseos y los saduceos estaban divididos en sentido religioso, se unieron para tentar a Jesús pidiéndole una señal (Mateo 16:1) y en su oposición general a él. La Biblia parece indicar que los saduceos desempeñaron un papel importante en procurar la muerte de Jesús. Algunos saduceos eran miembros del Sanedrín, el tribunal que conspiró contra Jesús, y más tarde lo condenó a muerte. Además, parece ser que los saduceos llevaron la delantera en el intento de detener el crecimiento del cristianismo después de la muerte y resurrección de Jesús (Hechos 4:1-23; 5:17-42;9:14)
De los dos partidos principales en Jerusalén, los saduceos era el grupo más pequeño, pero conseguían sus miembros de las familias más poderosas. Contrario a los fariseos, ellos no reclutaban miembros, sino que la calidad de miembro era hereditaria. Siendo para los saduceos la riqueza y la posición lo más importante, y asegurando éstas el gobierno romano, los saduceos no deseaban un cambio político que pudiera desequilibrarlos. Junto con la destrucción de Jerusalén por los romanos en el 70 d.C, los saduceos desaparecieron. Sin embargo, los fariseos fueron el fundamento del judaísmo en los siglos siguientes.
            Los Esenios   
Mientras que los fariseos se destacaban en las cosas externas, y los saduceos en el poder, había un tercer partido "sombra" que ofrecía alivio a la corrupta sociedad. Aunque las Escrituras no menciona a los esenios, los Rollos del Mar Muerto revelan que en Qumrám, a unos 12 Kilómetros de Jericó, vivieron los miembros de una hermandad entre los años 165 a.C al 68 d.C. Los historiadores Filón, Plinio y Josefo, hablaron de este grupo.
Aunque los esenios y la comunidad de Qumrám no eran los mismos, tenían valores casi idénticos. Los esenios abandonaron la sociedad y vivían en el desierto como ascetas, en donde se preparaban para la venida del Mesías. Ellos se consideraban el pueblo de Dios, considerando a todos los demás como sus enemigos. Decían ser los "hijos de luz" y creían que Dios les daría la victoria sobre los "hijos de tinieblas". Vivían una vida sencilla en donde estudiaban las Escrituras, se abstenían del matrimonio, y vivían en amor fraternal, compartiéndolo todo, y haciendo provisión para los miembros ancianos y enfermos.                                                     
El desierto de Judá, en las cercanías de En-gadi, era su lugar de residencia favorito, aunque estaban también establecidos en diferentes pueblos de Judá. Cada agrupación tenía su propia sinagoga, un refectorio para la comida en común y para las asambleas, con una instalación para los baños diarios en agua corriente. El que entraba en la comunidad abandonaba todos sus bienes. Leían constantemente la ley de Moisés y se esforzaban en observarla en todos los detalles de su existencia. Vivían, vestían y se alimentaban de forma sencilla. Se dedicaban a la agricultura y a otros trabajos útiles. Los esenios subvenían sus propias necesidades, y prácticamente podían vivir sin utilizar el dinero. Cuando viajaban, eran hospedados y alimentados gratuitamente por los miembros de la comunidad en los otros lugares. No poseían esclavos, pues no reconocían diferencias de condición, excepto en el plano moral, en el que distinguían entre puros e impuros. Los esenios no menospreciaban el matrimonio, pero se abstenían de él, a excepción de algunos entre ellos. Sus normas morales eran de tipo ascético, con muchas exigencias sobre sí mismos. Prometían «honrar a Dios, ser justos hacia el prójimo, no herir a nadie, ni siquiera cuando eran provocados, detestar el mal, alentar el bien, ser leales, especialmente hacia las autoridades, amar la verdad, desenmascarar a los hipócritas, no hurtar nada, abstenerse de toda ganancia ilícita». Esperaban un Mesías para establecer el reino de los justos.Sus seguidores ascendieron a unos cuatro mil, pero los grupos individuales, que vivían por lo general en guetos o en las afueras de los pueblos, no pasaban de doscientos miembros. La guerra con Roma (66-70 después de Cristo) acabó con estas comunidades. Los sobrevivientes se cree que se integraron en las distintas agrupaciones judeocristianas y judías.Los esenios se consideraban como el pueblo escatológico de Dios, el de un nuevo pacto. Extremadamente escrupulosos, creían que su cumplimiento de la Ley traería la intervención divina, en forma de guerra, que pondría fin al mundo. Por tanto, para la admisión a la secta se requería un noviciado de dos o tres años, la renuncia a la propiedad privada, en muchos casos al matrimonio y un juramento de obediencia incondicional a los superiores. Una vez aceptado, el nuevo miembro trabajaba en agricultura, artes manuales, etc., pero sobre todo se dedicaba al estudio de las Escrituras y participaba en las discusiones comunitarias. Abluciones diarias y exámenes de conciencia garantizaban su pureza levítica.
Zelotes
Los Zelotes
Los Zelotes eran un grupo o partido, más que religioso, político, ya que ellos buscaban la salvación o liberación de la opresión romana de una manera más activa. Ellos manifestaban un celo mucho mayor para seguir la ley que los fariseos, pero su celo estaba dirigido hacia el nacionalismo fanático. Los zelotes se oponían fuertemente al gobierno romano y rehusaban pagar impuestos al emperador. Puesto que Dios era el verdadero Rey de Israel, ellos consideraban que los judíos debían resistir todo intento por parte de otras naciones de gobernarles. El principal objetivo de ellos era el derrocamiento del gobierno romano, y para conseguirlo estaban dispuestos a recurrir a la violencia para combatir sus objetivos. 
Puesto que ellos se consideraban los agentes del juicio de Dios, no se refrenaban para castigar lo que ellos consideraban reacciones de idolatría o apostasía y colaboración con el enemigo, persiguiendo y matando inclusive, a los judíos cobradores de impuestos que trabajaban para el Imperio.
La historia los coloca como protagonistas del trágico final para el pueblo judío en la destrucción de Jerusalén y del Templo por los romanos en el año 70 d.C, donde llevaron a cabo una rebelión en gran escala en contra de Roma.
Al igual que los fariseos y los saduceos, los zelotes tuvieron también su origen en el periodo intertestamentario (los 400 años entre el A.T  hasta el N.T). La única referencia a ellos en la Biblia, se relaciona con uno de los apóstoles: Simón zelote (Lucas 6:15)


Los Herodianos
Los Herodianos eran un partido político judío adicto a los Herodes. Como los príncipes herodianos dependían de Roma, sus partidarios se sometían de buena voluntad al poder romano, y sostenían que era justo pagar tributo a los emperadores, cosa que negaban los fariseos. Sin embargo, ambos partidos deseaban la continuación de la religión judía, y se unieron para oponerse a la obra de Cristo, el verdadero Mesías (Mr. 3:6; 12:13; Lc. 12:20).
Acerca de su carácter y doctrinas, nada se sabe con certeza. Se supone que se trataba de un movimiento político judío que simpatizaba especialmente con la casa de Herodes (en este caso, Antipas) por encima de los procuradores romanos, quizás con la esperanza del establecimiento del reino davídico. Si esto era así, resulta sorprendente verles confabulados con los fariseos, cuyas opiniones políticas eran totalmente distintas. Esto muestra hasta qué punto tanto fariseos como herodianos llegaron a ver en Jesús como su enemigo común.
Se los menciona como enemigos de Jesús, una vez en Galilea y luego en Jerusalén (Mr. 3.6; 12.13; Mt. 22.16). Su asociación con los fariseos en la cuestión referente al pago del tributo al César sugiere que estaban de acuerdo sobre este asunto, o sea el nacionalismo por oposición a la sumisión al yugo extranjero. Constituían un partido judío que favorecía a la dinastía herodiana. La opinión de que constituían un partido religioso conocido en la literatura rabínica como los “boetosianos”, es decir adherentes de la familia de Boeto, cuya hija Mariamne fue una de las esposas de Herodes el Grande, y cuyos hijos fueron elevados por él al sumo sacerdocio. En varias ocasiones se aliaron con los fariseos para oponerse a Jesús (Mt 22.16; Mc 3.6; 12.13).

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