miércoles, 25 de diciembre de 2019

Reflexiones poderosas

 NUESTRAS HUELLAS EN EL BARRO BLANDO 
Se cuenta que el rey Jorge V de Inglaterra, fue un día a visitar una fábrica de cerámica. El propietario le mostraba todo el proceso de fabricación que se hacía partiendo de la materia prima que es el barro. Había gran variedad de vasijas de todo tipo.
En un lugar donde tenían ya las piezas preparadas para ser metidas y cocidas en los hornos, el rey tocó con sus dedos un plato y lo hizo con la suficiente fuerza como para dejar, sin darse cuenta, sus huellas en el barro todavía blando. El dueño de la fábrica se dio cuenta del hecho pero no dijo nada. Nada más marcharse el rey, aquel hombre fue corriendo a recoger la pieza de barro donde estaban las huellas de l os dedos del rey y la coció con un interés especial. Una vez terminada la pieza, la exhibió, informando que aquel plato tenía un valor excepcional porque tenía las huellas del rey. Por cierto que lo vendió a buen precio. Nosotros vamos por la vida tocando personas. Cuando nosotros tocamos, ¿se revaloriza o se devalúa lo que tocamos? Tocamos niños que son como barro blando y dejamos en ellos nuestras huellas. También tocamos nuevos creyentes, que son también barro blando, ¿adquieren más valor o pierden cuando nosotros les tocamos? 9. ANIMO 1 

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