lunes, 28 de junio de 2021

La vida cotidiana en tiempos bíblicos (1)

 

En ocasiones, cuando leemos un determinado texto bíblico, no captamos totalmente el significado de aquel escrito ya que no conocemos del todo el medio en que se desarrollaba la vida cotidiana de los judíos en la época bíblica, así como sus usos, costumbres y tradiciones contenidos en el texto de la historia que estamos leyendo. Si conociéramos y entendiésemos dichos aspectos de la vida cotidiana de aquel pueblo, nuestra comprensión de los hechos narrados en la Biblia sería más completa y efectiva para cada uno de nosotros.

Y este precisamente es el objetivo del presente estudio: el de dar a conocer de una manera lo más sencilla posible la forma de vida cotidiana del pueblo judío entre el cual vivió, predicó y murió Jesús. Así comprenderemos muchas cosas que hasta ahora habíamos ignorado o malinterpretado.

Para ello iniciaremos la explicación describiendo el medio ambiente en donde se inició la etapa sedentaria de los judíos, adelantándonos poco a poco en la historia hasta conocer su vida cotidiana.
Las grandes culturas idólatras de Egipto y Mesopotamia reflejaban con exactitud su medio físico. Su religión, como la de los hititas y cananeos, estaba centrada en la naturaleza. No tenían un concepto verdadero de un Dios Creador, único y todopoderoso.

De tal forma, los desvaríos climáticos, los eventos de la agricultura y la geografía del mundo que les rodeaba, los atribuían a la intervención de una amplia gama de dioses. La geografía distintiva de Egipto y Mesopotamia, en particular los grandes sistemas fluviales de los ríos Nilo, Tigris y Éufrates, determinó en gran medida la diferencia de su estilo de vida.
                          LA NATURALEZA Y LA FE
La mezcla de culturas ha logrado encubrir los contrastes entre las dos grandes civilizaciones fluviales, la egipcia por el Nilo y la mesopotámica por el Tigris y el Éufrates. Mientras que Mesopotamia estaba expuesta a ser invadida tanto por los pueblos de las montanas como por los nómadas del desierto, Egipto se encontraba más seguro en su aislamiento. Las planicies bajas de Mesopotamia también eran amenazadas por imprevistas inundaciones debido a los caprichos del clima y a los derrumbes que ocasionalmente formaban presas en los grandes ríos tributarios del Tigris.
Las aguas de esta forma contenidas, irrumpían soltando enormes torrentes de agua. La amenaza de salinidad, que tornaba infértil la tierra, quizás explique la migración general hacia el norte, a las planicies medias de Mesopotamia, después de la caída de la civilización sumeria.

 DE NOMADAS A ADMINISTRADORES DE LA TIERRA
La llegada de los pueblos del mar a las costas de Palestina, de los cuales los filisteos eran los mejor conocidos, hizo que se introdujera el empleo del hierro, evento muy significativo en aquella época.
La transición efectuada desde nómadas a un estado de vida sedentario por parte de los israelitas en Palestina durante el siglo XII a.C., es reconocida como un evento decisivo en la región. Pero el proceso que dio base a todo ello es de índole más crucial aún, como en el caso de la separación de Abraham del mundo mesopotámico y la posterior emancipación de Moisés de las costumbres egipcias.
El concepto que de la naturaleza tiene el hombre determina su uso de ella. El conocimiento del Dios Creador característico de los israelitas, les inculcaba una actitud muy diferente hacia la naturaleza y el manejo de la tierra, confiando en su promesa: "Y si vosotros obedecéis puntualmente mis mandatos que yo os pre scribo hoy, amando a Yahvé, vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, yo daré a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia de otoño y lluvia de primavera, y tú cosechará s tu trigo, tu mosto y tu aceite; yo daré a tu campo hierba para tu ganado, y comerás y te hartará s" (Deuteronomio 11:13-15).

                            DIOS EN LA NATURALEZA
Por lo tanto, los israelitas no tenían otra definición para la naturaleza mas que la idea de la actividad de Dios mismo. Era Dios quien hablaba en la tormenta; El bendecía en la lluvia y quien maldecía en la sequía. Dios respiraba en el viento, así como juzgaba en el terremoto y manifestaba su gloria en los cielos.
La fe hebrea que contemplaba a Dios obrando dentro de la actividad y de los misterios de la naturaleza, comprendía que El la trascendía y estaba sobre ella. Dios no estaba limitado por el medio ambiente, tal como creían los sirios paganos. El concepto que Israel tenía de Dios y de la naturaleza no era filosófico, sino que nacía de la fe y de la experiencia.

   CONSERVACION DE LA TIERRA Y DE SUS RECURSOS
Si Dios cuidaba de su tierra, sus fieles, el pueblo judío, debía también tener conciencia de su responsabilidad ecológica. El clima mediterráneo, su flora y su suelo, se hallaban en un delicado equilibrio amenazado, además, por las guerras.
De ahí que al conquistar aquella tierra, Dios dijo a los israelitas refiriéndose a sus enemigos: "Les expulsaré poco a poco, hasta que tú te multipliques y te apoderes de la tierra" (Éxodo 23:30). Y los israelitas, celosos de su tierra y confiando plenamente en las promesas de Dios, poco a poco fueron expulsando a sus enemigos, afianzándose en el cuidado y el cultivo de sus tierras y asentándose en ellas.
Juntamente con el uso cuidadoso de la tierra se presenta la pequeña comunidad de los latifundios. Los profetas se resistían a la formación de grandes latifundios, aún cuando en los días de David existían tierras de la corona y también trabajo forzado. Las conquistas por las grandes potencias, como la de los asirios, eran desastrosas para el delicado equilibrio del medio ambiente de Israel.

               GEOGRAFIA DE LAS TIERRAS BIBLICAS
Las referencias bíblicas a la geografía de la tierra son exactas y confiables. Pero estas alusiones son incidentales y no céntricas al relato. No obstante, si cotejamos los datos sobre la distribución de la flora, algunas referencias al clima y otros materiales del Antiguo Testamento, encontramos que la descripción es correcta.La evidencia es lo suficientemente precisa para demostrar que durante los tiempos bíblicos, el clima era estable y las zonas ecológicas que describimos actualmente son las mismas de los tiempos bíblicos. La única diferencia sería el área boscosa, la ubicación de los asentamientos y otras variables similares relativas a la ocupación humana.
LA INFLUENCIA DE LA GEOGRAFIA SOBRE LOS SUCESOS
La transición ecológica entre la tierra y el desierto fue muy significativa en la Biblia. El contraste entre el sistema montañoso y las llanuras costeras fue aún de mayor importancia. Los llanos entre montañas llevaban cierta ventaja por la lluvia al tener mejor drenaje y por ser más propicios para el cultivo de las arboledas.
Existía una fuerte demanda por el vino, el aceite, las pasas y los higos secos producidos en la región. Más aún, el terreno quebrado permitía que cada aldea fuese una especie de fortaleza al haber suficiente piedra para la construcción de sus complejas defensas amuralladas.
Pero en las llanuras costeras no había piedras y los asentamientos eran difíciles de proteger, más aún cuando por allí corría la Vía Maris, una antigua ruta comercial que desde la Edad de Bronce (aprox. 1,300 a.C.) bordeaba la costa mediterránea para enlazar Egipto, Israel, Mesopotamia y la actual Turquía.

EXTRAIDO DE https://www.monografias.com/trabajos93/vida-cotidiana-judia-tiempos-biblicos/vida-cotidiana-judia-tiempos-biblicos.shtml#presentaca

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