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lunes, 27 de febrero de 2017

Las 7 iglesias de Apocalipsis (6)

Ciudad de Filadelfia
  EL MENSAJE A FILADELFIA
"Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias".(Apocalipsis 3:7-13)

Con la iglesia de Filadelfia entramos en las dos últimas iglesias de Apocalipsis a las cuales el Señor se dirigió y les escribió. La ciudad de Filadelfia fue fundada alrededor del año 150 a.C. por el rey Atalo de Pérgamo, cuyo apodo era Filadelfo, que quiere decir "amante de un hermano". Este hombre se destacaba por la admiración y el amor que sentía hacia su hermano, Eumenes, y nombró esta ciudad en su honor. Una de las características de la ciudad era que la ciudad había sido destruida por un terremoto en el año 17 a.C., juntamente con Sardis y otras ciudades en aquella región. La mayoría de las otras ciudades se recuperaron con bastante rapidez del desastre, pero las sacudidas posteriores continuaron en Filadelfia durante una serie de años, con el resultado de que las gentes tenían que estar continuamente huyendo de la ciudad. César Tiberio ayudó a Filadelfia a recuperarse del terremoto y, por gratitud, la ciudad cambió su nombre a Neocesarea (Nueva Cesárea) y llevó ese nombre durante un tiempo. 
El nombre de Filadelfia significa "amor fraternal" o "amor filial" y abarca el periodo histórico que va del 1.517 al 1.900. La iglesia de Filadelfia es la iglesia que sigue después de la Reforma, y es única entre las siete iglesias porque es la única iglesia contra la cual el Señor no tiene queja alguna. ¡Es la iglesia que deleita a Cristo! 
Esta ciudad era llamada la "pequeña Atenas", no sólo porque se pareciera a la gran ciudad de Atenas, sino porque de igual manera que en Atenas, en Filadelfia se practicaba la inmoralidad, el desenfreno y el paganismo de una manera abierta y descarada.
El Señor se presenta a esta iglesia de una forma totalmente fuera de lo corriente, como vemos en el versículo 7 del capítulo 3:
"Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: El Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice estas cosas:"
En todas las otras cartas el Señor se vale de símbolos para describirse a sí mismo que proceden de la visión que tuvo Juan de él, tal y como vemos en el capítulo 1. Sin embargo, en esta carta, usa otros títulos para describirse a sí mismo. Les dice claramente quién es y lo que hace. ¿Quién es? Es "el Santo y Verdadero, es santo y moralmente perfecto. Jesús se aplica a sí mismo estos adjetivos que son títulos aplicables solamente a Dios, y son usados en algunas ocasiones cuando Dios está en su templo (Isaías 6) No hay en su carácter la menor falta ni imperfección. Ese es el Señor.
¿Qué es lo que hace? "tiene la llave de David. Esa es una referencia a un incidente del que ha quedado constancia en el capítulo 22 de la profecía de Isaías. En los días de Ezequías, el rey, había un cortesano (al que podríamos considerar como jefe de personal, porque era el encargado del palacio) que se llamaba Sebna. Le habían pillado cometiendo una estafa personal, que redundaría en su propio beneficio, y como resultado de ello Dios dice algo muy fuera de lo corriente y muy descriptivo acerca de él: "El (Dios) te asirá firmemente y te enrollará bien como a un ovillo, para lanzarte (como si fuera un tirador de plato) a una tierra espaciosa. Era una predicción de que habría de ser enviado a Babilonia, siendo reemplazado por un hombre santo, llamado Eliaquim, acerca del cual nos dice Dios: "Pondré sobre su hombro la llave de la casa de David. El abrirá y nadie cerrará; él cerrará y nadie abrirá". El Señor hace referencia a este pasaje de Isaías y se lo aplica a sí mismo: "soy el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra". Nadie se puede oponer a su voluntad. El gobierna los acontecimientos de la historia en la tierra. El es el que abre algunas puertas y el que cierra otras. Lo que él abre nadie lo puede cerrar y lo que él cierra nadie lo puede abrir. No hay ningún poder humano que pueda oponerse a lo que Dios decide. La llave por otro lado, es símbolo de autoridad en la Biblia. Jesús es el único que puede, más adelante, abrir y desatar los sellos (Capítulo 5) porque tiene autoridad.
Nuevamente vemos cómo Jesús le dice a la iglesia acerca del conocimiento que tiene de sus obras.
"Yo conozco tus obras. He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque tienes un poco de poder y has guardado mi palabra y no has negado mi nombre"
El Señor le dice a la iglesia que le abriría puertas de ministerio y de servicio, y nadie las podría cerrar. La puerta abierta, seguramente era libertad por parte de la iglesia para predicar el evangelio sin oposición. Pero también la puerta abierta para la iglesia de Filadelfia en la historia era la oportunidad que Dios daba de que se conociera la verdad del evangelio.
Jesús también habla respecto a que la iglesia tiene poca fuerza. Al llegar a este punto debo hacer una corrección al texto. Las palabras "Porque aunque tienes poca fuerza" no es lo realmente  dice el texto en griego, ya que en griego lo que dice literalmente es "...porque tienes un poco de poder y has guardado mi palabra y no has negado mi nombre". A la iglesia se le está explicando el motivo por el que el Señor le ha abierto puertas y lo que dice el texto es: "he aquí he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque tienes un poco de poder y has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.
Eso nos enseña algo muy importante. Nos dice que se abre una puerta cuando una iglesia cumple las condiciones que le permiten ir adelante y pasar por esa puerta una vez que se ha abierto. La principal de esas condiciones es haber descubierto el poder del Espíritu porque el Señor se está refiriendo al poder espiritual. No se trata tanto de fortaleza, sino de poder, de un poder que se consigue por medio de la fe, es decir, esperando que Dios actúe. Las personas en la iglesia sienten que Dios puede hacer algo y esperan la oportunidad, la necesidad de aparecer, y cuando responden, se abre una puerta para realizar un servicio continuado, que posiblemente se abra incluso mas de par en par para que otros puedan entrar con ellos.
Todos aquellos  que conocen a Cristo han recibido de él dones espirituales y han recibido, al mismo tiempo, la comisión de usar esos dones para bendecir a las personas y para atender a sus necesidades. ¡Pero qué pocos de nosotros lo hacemos! ¡Qué gran potencial poseería una sola congregación si todos ejercitasen el ministerio que les ha sido dado para usar esos dones espirituales que han sido concedidos a cada persona! Por eso es por lo que el Señor le dice a esta iglesia de Filadelfia: "tienes un poco de poder, pero no mucho y lo dice con la esperanza de que aumenten el potencial que tienen para el ministerio.
El versículo 9 alude a algo que el Señor iba a hacer con algunos :"He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado".
Estos falsos judíos que había en la iglesia posiblemente fueran falsos hermanos que, encubiertamente, entraban en la iglesia haciéndose pasar por judíos piadosos convertidos, para después, delatarlos, manipulados totalmente por Satanás. Jesús les iba a dar a esos falsos judíos o hermanos, el juicio que merecían. Esto nos enseña algo importante a nosotros, y es que  cuando una iglesia se muestra receptiva y dispuesta a ser usada, el Señor se valdrá de su poder para "abrir y cerrar" y hacer que sus enemigos la respeten y reconozcan abiertamente que Dios les está bendiciendo. Hemos visto esta frase "la sinagoga de Satanás" también usada en la carta de la iglesia perseguida de Esmirna. ¿Qué es lo que hace que vengan por fin y se inclinen ante la iglesia y reconozcan que Dios la está bendiciendo? Es el hecho de que la iglesia reaccione frente a la oposición y la hostilidad con amor, y con un evidente conocimiento de Dios. Como resultado, vienen por fin y reconocen las bendiciones que está concediendo Dios a la iglesia de Filadelfia.
El versículo 10 muestra una grandiosa promesa del Señor para aquellos que pertenecen a esta iglesia de Filadelfia: "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra". 
Esa es una clara referencia a lo que el Señor mismo llama en Mateo 24 "la Gran Tribulación", un tiempo de tribulación como no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora ni habrá jamás. Y ha sido especialmente enviada para "probar a los moradores de la tierra". 
Pero la promesa hecha concretamente a la iglesia es que se le librará de esa hora de prueba. De hecho la palabra no es "de" sino "fuera de". Esta palabra en su original griego es "EK" que significa "fuera de" Esta es una de las más claras promesas en la Biblia acerca del rapto de la iglesia antes de que comience la Gran Tribulación. Es una promesa acerca de la marcha de la iglesia, que Pablo describe de un modo tan gráfico en 1ª de Tesalonicenses 4. Aquí no se dice que la Iglesia será guardada en medio de la Gran Tribulación, ni tampoco tomada de en medio de ella, sino que será sacada fuera de la Gran Tribulación.
Considerado desde el punto de vista de la historia cristiana, esta iglesia de Filadelfia es un anuncio de los Grandes Despertamientos Evangélicos, que tuvieron lugar en los siglos XVIII y XIX, siguiendo a la declinación que se produjo entre las iglesias de la Reforma. Los Hermanos Moravos en Alemania comenzaron a reunirse en pequeños grupos para orar, captando de nuevo una visión de Dios y lo que él podía hacer, y finalmente enviaron a misioneros a otras partes del mundo. Comenzó en Inglaterra como el movimiento al que llamamos el "Movimiento Puritano". John Bunyan, que escribió El Peregrino, fue uno de esos puritanos; John Newton, cuyos himnos cantamos con tanta frecuencia fue otro de ellos. Este "Despertar" incluyó también el gran Avivamiento de los hermanos Wesley y la predicación de George Whitefield tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. En este país incluye el movimiento conocido como el "Gran Despertar" con Jonathan Edwards como uno de sus dirigentes y los Jinetes del Circuito Metodista que viajaban a caballo por toda la costa este, ampliando posteriormente su recorrido al oeste.
Ese fue además un tiempo de reavivamiento del interés misionero. William Carey en Inglaterra tuvo una visión de la necesidad en la India y acabó marchándose a aquel país donde sembró el evangelio, realizando una gran obra en esa nación. Robert Moffet y su famoso cuñado, David Livingstone, fue a Africa donde realizó una labor impresionante. El misionero norteamericano, Adoniram Judson, fue a Burma y fue un pionero en la obra en ese país. Hudson Taylor fue como misionero al interior del continente chino. Tenemos otros muchos nombres de grandes misioneros que vivieron durante esa época de la historia. Es también el momento en que aparecieron grandes evangelistas, cuyos nombres todos recordamos, como George Whitefield, John Wesley, Charles Spurgeon, Charles Finney  y D.L. Moody, que dejó una gran obra tras de sí. Todos estos fueron como un anuncio de la iglesia de Filadelfia, que surgió con vigor entre la muerte que caracterizaba a muchas otras iglesias.
La apelación hecha por nuestro Señor se menciona en los versículos 11 al 13. 
No hay nada que Jesús repruebe de la iglesia de Filadelfia, y Jesús les exhorta a retener lo que tienen hasta que él venga. Podemos afirmar que esta iglesia representa a la verdadera iglesia, la cual se encuentra preparada para la inminente venida del Señor.
Tenemos de nuevo una renovación de la maravillosa promesa de Dios: "yo vengo pronto". Muchas personas preguntan al leer esto: "¿cómo puede decir eso? Esto fue escrito hace  2.000 años. La iglesia le ha estado esperando desde entonces, pero no ha venido todavía. ¿Cómo pudo decirle a esta iglesia "yo vengo pronto"? La respuesta es considerar esta promesa en relación con el contexto. Acaba de describir un tiempo en el cual la tierra tendrá que pasar por las mas terribles tribulaciones que ha conocido jamás, la terrible y Gran Tribulación. Eso es algo que ha descrito muy claramente en su discurso del Monte de los Olivos, en Mateo 24. En dicho pasaje tenemos una escena terrible del sol que se oscurece, de la luna que no da su luz, de las estrellas que caen de los cielos y de los corazones de los hombres, que les fallan al contemplar atemorizados las cosas que van a suceder en la tierra. Es en relación con ese acontecimiento con lo que Jesús dice que va a venir pronto. Al aproximarse el mundo a ese cataclismo, deberíamos escuchar de nuevo su promesa de que va a volver pronto.
Retener lo que tenemos, dice Jesús para que nadie nos quite nuestra corona. Esa no es una referencia a la posible pérdida de la salvación, lo que está haciendo es referirse a nuestra oportunidad de prestar servicio en las edades eternas. Esa es la recompensa que se nos ofrece, la oportunidad de realizar un mayor servicio.
En el versículo 12 encontramos las promesas de Jesús para esta iglesia:"Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo." El hacerlos columnas en el templo de Dios es mantenerlos por siempre en el templo de Dios, y poder participar de la Nueva Jerusalén que descenderá en el estado eterno y en la cual, habitarán los escogidos de Dios que recibieron la salvación de Cristo.
Una columna es un símbolo de fortaleza y de permanencia. Nuestro Señor les está prometiendo a aquellos que se aferran a lo que tienen, una posición en la vida venidera de fortaleza y de permanencia. En el templo de Jerusalén, que fue destruido en el 70 d.C. había dos grandes columnas delante del edificio, una llamada Jaquín (que significa "establecido, permanente") y la otra Boaz (fortaleza)
Por lo tanto, los pilares son símbolos de fortaleza y de permanencia. La promesa de Jesús de no volver a salir fuera es una referencia a la experiencia de estos creyentes de Filadelfia, que con frecuencia se veían obligados a huir de la ciudad por causa de los temblores de los terremotos que se producían. 
Entonces Jesús dice: "y escribiré sobre él el nombre de mi Dios...y mi nombre nuevo". Se escribirán tres nombres sobre el vencedor. Un cambio de nombre sería algo significativo para estos filadelfos porque la ciudad había tenido que cambiar su nombre dos veces en su historia. Se llamó Neo Cesárea cuando Tiberio les ayudó y posteriormente y en honor de Vespasiano, uno de los emperadores flavianos, volvió a cambiar su nombre a Flavia. (Para cambiarlo posteriormente a Filadelfia.) Por lo tanto, estas personas sabían bien lo que significaba tener un nombre diferente.
 Jesús dice también: "escribiré sobre él el nombre de la ciudad de mi Dios". Los dos últimos capítulos de Apocalipsis ofrecen una descripción gráfica de esta maravillosa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descenderá del cielo como una novia ataviada para el esposo, una preciosa esposa que se va a encontrar con su esposo. Esa es una vez más una imagen de una intimidad llena de amor. Esa es la segunda promesa que se les hace a los que se aferran, que se mantienen firmes en medio de un mundo decadente. Conocerán la intimidad del amor que siente un esposo por su preciosa novia.
Finalmente, Jesús dice: "escribiré sobre él mi nombre nuevo". ¿Qué significa eso? Como un nombre simboliza el carácter de la persona, es una referencia al hecho de que cuando la obra de nuestro Señor con la humanidad esté acabada, tendrá un nombre nuevo. Todo el mundo quiere saber cuál será ese nombre nuevo, pero en Apocalipsis 19:12 se nos dice que cuando aparezca Jesús tendrá ese nuevo nombre escrito sobre él, pero es un hombre que ningún hombre conoce. Antes de que Jesús naciese en Belén se le apareció un ángel a José y le dijo que María le daría un hijo "y llamarás su nombre Jesús. ¿Por qué? "Porque salvará a su pueblo de sus pecados. Jesús es el nombre redentor de nuestro Señor y quiere decir "Yahve salva, pero cuando se haya acabado la obra de redención, cuando todos hayamos llegado a nuestro hogar en la gloria con él y haya concluido la obra salvadora y redentora de Dios, Jesús tendrá unas nuevas obras que realizar. ¡Nadie sabe en qué consistirán, será un papel nuevo, pero se le promete a la iglesia una parte en esas grandes nuevas obras! En los nuevos cielos y en la tierra nueva, ya no será necesaria la redención, pero se le dará a nuestro Señor un nuevo papel y la iglesia ha sido llamada a participar en ese nuevo trabajo.

El mundo ahora mismo, y en particular la Iglesia, se encuentra viviendo el simbolismo de las dos últimas iglesias de Apocalipsis. La iglesia de Filadelfia es la que se irá con el Señor en el llamado "rapto". ¿Pero qué sucederá entonces con la última iglesia de Apocalipsis, Laodicea? Para saberlo tendréis que esperar a la próxima semana.

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