lunes, 13 de noviembre de 2017

Estudio de la iglesia de Corinto (6)

Ciudad de Corinto
Preguntas sobre la resurrección
"Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe." (1 Corintios 15:12-14)
El apóstol Pablo mediante estas preguntas, trata algunas dudas que habían surgido entre los corintios sobre la resurrección de muertos.
Algunos andaban diciendo que los muertos no resucitarían, causando cierta zozobra en aquellos que siempre habían creído en la resurrección. Pablo entonces presenta las pruebas de la resurrección de Jesús como evidencia de que los que están en El, también resucitarán.
La resurrección de Cristo fue evidencia inequívoca, de que Dios había aceptado su sacrificio ya que si no, Cristo no hubiera resucitado. Es por esto que Pablo les declaró a los corintios que "Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó" (vr 16) Esta declaración muestra lo importante que fue la resurrección de Cristo. Si Cristo no hubiera resucitado, tanto nuestra predicación, como nuestra fe sería vana, como el mismo Pablo señaló (vr 14) y aún estaríamos en pecado. Sin embargo, la resurrección de Cristo confirmó que Él vivió una vida sin pecado, y por eso la muerte no lo pudo retener, en contrapartida a todos los seres humanos que al pecar, tenemos como paga la muerte (Romanos 6:23)
Si Cristo no hubiera resucitado, tampoco nosotros tendríamos la esperanza de la resurrección de nuestros cuerpos, ni la esperanza de salvación, ya que aún nadie nos habría redimido de nuestra condición de pecado y moriríamos en condenación eterna.

Después de afirmar la universalidad de la resurrección de los muertos, el apóstol se apresura a añadir: "Pero cada uno en su debido orden.."(vr 23) La palabra "orden" aquí es un término militar que denota rango, clase, división. Nos encontramos entonces con tres rangos principales o divisiones en la resurrección: 1) Cristo; 2) Los que son de Cristo; 3) "luego, el fin" (resurrección final) (vrs 23,24) Comencemos con Cristo. La resurrección de Cristo fue la primera en el orden de los que murieron y resucitaron para no volver a morir. Sabemos que hubieron varios en los tiempos del Antiguo Testamento que murieron y fueron resucitados. Sin embargo, con el tiempo  ellos volvieron a morir. También, durante el ministerio de Jesús, él levantó a algunos de entre los muertos, y hasta los apóstoles levantaron muertos, pero todos volvieron a morir. Por consiguiente, Cristo fue el primero que se levantó de la tumba con un cuerpo transformado y sin volver a estar expuesto a la muerte.
La promesa de nuestra resurrección. "Los que son de Cristo, en su venida". La segunda venida de Cristo traerá la resurrección de aquellos que hayan muerto depositando su fe en Dios. Asimismo, todos aquellos que estén vivos cuando Cristo venga, serán arrebatados para encontrarse con el Señor (1 Corintios 15:52)Tanto los que resuciten cuando Cristo venga, como los que sean arrebatados, gozarán de un cuerpo transformado semejante al de Cristo. Este cuerpo será perfecto, imperecedero, inmortal, y glorioso. Recibiremos un cuerpo espiritual, apto para el reino celestial que todo creyente gozará. (1 Corintios 15:42-44)
"Luego, el fin" La resurrección que tendrá lugar al fin de todas las cosas será la llamada "segunda resurrección" y es la que corresponde a los que se pierdan por haber rechazado el regalo de la salvación. (Apocalipsis 20:14,15)Aquí ya no habrá ninguna segunda oportunidad, sino que los que participen de esta segunda muerte estarán perdidos eternamente.

Preguntas sobre el uso de las lenguas
El capítulo 14 de 1 Corintios trata con el equilibrio y el orden en la operación de los dones en los cultos en la iglesia.
Hablar en lenguas es una manifestación del Espíritu Santo, la cual se la identifica con el nombre de "glosolalia" de las palabras griegas "glossa"(lengua, idioma) y "lalia" (discurso) Por tanto, la glosolalia es la práctica de hablar o cantar por el Espíritu, en palabras cuyo significado es desconocido.
Por medio de las lenguas se habla a Dios, se habla misterios, se alaba a Dios, se da gracias, se canta, edificándose uno mismo (14:4)
Al hablar en lenguas, nuestro espíritu habla directamente a Dios, sin tener que estar buscando las palabras en nuestra mente. El apóstol Pablo nos hace saber en este capítulo varias cosas al respecto: a) Antes de desear hablar en lenguas debemos de seguir el amor, procurar los otros dones, y profetizar. (1 Corintios 14:1) b) Con las lenguas se habla a Dios, y no a los hombres (14:2); c) Que en público debemos orar en el idioma que todos entienden, mientras que en privado podemos usar las lenguas (14:28) d) Es bueno pedir a Dios la interpretación de las lenguas (14:13) e) Debe haber un orden entre los que hablan en lenguas (27) f) Las lenguas son una señal a los incrédulos.(14:22) Pablo quería que en la iglesia de Corinto hubiera orden. La iglesia en Corinto era una iglesia llena de dones espirituales, y por lo que vemos en este capítulo 14, la iglesia le estaba dando mayor importancia al don de hablar en lenguas que a cualquier otro don. Es posible que al estar juntos los creyentes corintios comenzaran a hablar en lenguas a la vez, pensando que al hacer así eran más espirituales. Sin embargo, lejos de esto, lo que estaban causando era desorden y gran confusión.
Con el ejemplo de la iglesia en Corinto podemos ver que no importa tanto poseer el don de lenguas si no hay una verdadera entrega a la voluntad de Dios. Los corintios eran creyentes que poseían todos los dones espirituales, pero sin embargo, eran cristianos carnales que tenían aún mucho camino que recorrer para llegar a la perfección que Dios demandaba en ellos. Pablo les tiene que exhortar y hacerles entender que más importante es profetizar, que hablar en lenguas, porque las lenguas sirven para edificación propia, mientras que la profecía sirve para edificación, exhortación, y consolación del cuerpo de Cristo (14:2,3)

El hablar en lenguas se reconoció como parte de la vida de la iglesia primitiva. En Hechos 2, las lenguas se identifican como idiomas extranjeros que eran entendidos por la diversidad de peregrinos en Jerusalén. En 1 Corintios, sin embargo, no está claro si las lenguas eran idiomas extranjeros olvidados, lenguajes angelicales o gemidos inarticulados «que no pueden expresarse con palabras» (Ro 8:26). Cualquiera que haya sido el caso, Pablo deseó que las lenguas se tradujeran de manera que se pudieran beneficiar todos los presentes. Algunos sostienen que en el mundo antiguo existían paralelos a hablar en lenguas, no obstante estas supuestas correspondencias pueden ser erróneas. Es cierto que otras culturas conocían de varios tipos de lenguaje extático, el cual algunas veces podía incluir ya fuera un lenguaje ininteligible o palabras y frases extranjeras. Algunos ritos paganos (con la ayuda del alcohol o drogas) actuaban en la gente hasta llevarla a un estado de delirio. En los oráculos paganos, las sacerdotisas extáticas a veces entregaban mensajes que pretendían eran de los dioses. El pueblo describiría estas sacerdotisas como "locas", pero eso generalmente se refería al hecho de que su significado era oscuro. Un oráculo pagano podía haber sido entregado en griego cotidiano, pero su significado podría aún haber sido misterioso o confuso, incluso para una audiencia de habla griega. Las palabras eran inteligibles, pero su mensaje era oscuro.

Dios ha enviado diferentes dones que operan dentro del cuerpo y todos nosotros funcionamos al poner estos dones en práctica y, por lo tanto, este es un capítulo precioso, que nos muestra que no debemos despreciar a otra persona por tener un don distinto al nuestro. "El ojo no puede decir a la mano: no tengo necesidad de ti., (1ª Cor. 12:21) ni debemos descuidar el don que nos ha sido dado porque todo es necesario, porque ni siquiera la cabeza puede funcionar bien sin el pie. Piense usted en ello, la cabeza es Cristo mismo y, sin embargo, somos todos miembros los unos de los otros y, por ello, como cuerpo de Cristo, cumplimos con nuestras funciones tanto en la iglesia, ayudando al cuerpo mismo y al mundo, ejerciendo los dones espirituales mediante el poder del Espíritu Santo. Y la prueba de que hemos aprendido el secreto es la que encontramos en el capítulo 13: El amor, la manifestación del amor. Este es un capítulo maravilloso porque en él se nos explica el valor que tiene el amor, ofreciéndonos un retrato del amor, así como del poder que tiene. Es por esta razón que el capítulo del amor se encuentra entre el capítulo 12 de los dones, y el 14 , del uso de las lenguas. El amor es más importante que la posesión de dones y más que hablar en lenguas. 




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