lunes, 4 de diciembre de 2017

Estudio de la iglesia en Corinto (9)

2ª Carta a los corintios
(Capítulos del 7-13)
Continuamos en nuestro estudio acerca de la carta que el apóstol Pablo escribió a la iglesia que había en Corinto. Hasta ahora hemos estado viendo de la segunda carta a los corintios, los primeros seis capítulos. A continuación veremos los capítulos restantes y daremos conclusión con ello a la epístola.
El capítulo 7 muestra a Pablo gozoso por el arrepentimiento de los corintios. Pablo les dice que sabe que su carta fue dura y que los lastimó. Lamentaba que tuviera que ser  así. Pero el pesar que ellos sintieron los llevó al arrepentimiento y los sacó del camino del dolor. Por lo tanto, fue una cosa buena.
2 Corintios 7:10,­11 dice: "La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay  que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. Esto mismo de que hayáis  sido entristecidos según Dios, ¡qué preocupación produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo y qué vindicación! En todo os habéis  mostrado limpios en el asunto". Por lo general, el pesar es una cosa negativa. Sin embargo, el pesar por el pecado es bueno. Guía al arrepentimiento y por lo tanto a la salvación. Al final no hay rencor. No se puede decir lo mismo del pesar del mundo. El pesar divino atrae nuestra atención y nos motiva a reformar  aquello que nos condujo a ese dolor. Hay una línea muy delgada entre el dolor y la condena.
La carta severa de Pablo fue escrita para despertar pesar, que igualmente restauraría su relación. Había empezado a cumplir su propósito. Por esto estaba verdaderamente agradecido. También estaba agradecido por la cálida recepción que le dieron a Tito.
El capítulo 8 lleva por título "La ofrenda para los santos". Ahora Pablo dirige su atención a las ofrendas para la iglesia en Jerusalén. En Hechos 11: 28­-30 está el antecedente de esta historia:  "Y levantándose uno de ellos llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sobrevino en tiempo de Claudio. 29  Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar un socorro a los hermanos que habitaban en Judea; 30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los  ancianos por mano de Bernabé y de Saulo". Pablo había estado trabajando con las iglesias que fundó para recoger algo de dinero y ayudar a los miembros de la iglesia en Jerusalén, quienes habían resultado enormemente afectados por la hambruna. Este es el tema de los capítulos 8 y 9. Esta hambruna impactó el mundo Romano por completo. Todos estaban afectados. Parece ser  que la iglesia de Judea quedó más lastimada que en otros lugares, pero todos habían sido afectados por la hambruna. Pablo no le estaba pidiendo a la gente que diera lo que le sobraba, sino que dieran sacrificadamente en la medida de sus propias necesidades. Algunas iglesias lo estaban haciendo como Berea, Tesalónica, y Filipo. Estas iglesias a las cuales Pablo las pone como ejemplos eran muy pobres, y aun así, suplicaban que se les permitiesen dar (8:2-4) Primero se dieron a sí mismos al Señor, después dieron dinero mas allá de sus fuerzas para los pobres de Jerusalén. Pablo desafió a los corintios a abundar en la gracia de dar, mientras abundaban en la gracia de los dones espirituales.
Tanto el capítulo 8 como el 9 nos muestran grandes verdades:

  1. Jesús fue un modelo de gracia hacia nosotros. El se hizo pobre para que pudiéramos venir a ser espiritualmente ricos (8:9)
  2. Pablo exhortó a que los que tenían mucho compartieran con los que tenían poco (8:10-15)
  3. Mientras Pablo animaba a los creyentes de Macedonia con el dar de los de Acaya, también animó a los creyentes en Acaya con el dar de los macedonios (9:1-5) Dar es contagioso. Las ofrendas de un creyente animan a otros a dar.
  4. Los que siembran escasamente, segarán escasamente. Los que siembran generosamente, también cosecharán generosamente.(9:15)
Pablo envió a Tito, junto con dos hombres más, a recoger la colecta. Pablo no tiene la intención de manejar el dinero personalmente. Ya ha sufrido de falsas acusaciones y críticas por causa de la gente de Corinto. Por esa razón permite que alguien maneje el dinero, para que la gente no diga que lo usa para su beneficio personal. Pablo muestra sabiduría en no ponerse en una situación por la que pueda ser criticado por aquello que no hizo. Pablo les dice a los corintios que ha estado alardeando sobre su regalo generoso a la iglesia y  que no quiere que su alardeo sea falso. Por eso los anima para tener la colecta lista para que Tito la recoja con tranquilidad.
Los capítulos 10 y 11 de esta segunda carta a los corintios se enfoca de nuevo en el problema que surgió en la iglesia con respecto a Pablo y su ministerio. Loa apóstoles falsos que había en Corinto estaban descarriando a algunos. Los creyentes en Corinto eran aún jóvenes en el Señor e inmaduros. Ellos todavía no habían aprendido a basar sus decisiones sobre principios espirituales.
En estos capítulos, Pablo se contrasta  a sí mismo  y otros apóstoles verdaderos con los apóstoles falsos. Los falsos apóstoles y líderes carnales actúan como si fueran señores de otros. En contraste, los apóstoles y líderes verdaderos humildemente trabajan con los creyentes. Y mientras los falsos apóstoles y líderes confían en hombres para recomendarlos, los apóstoles y líderes verdaderos producen buenos frutos y resultados que hablan por sí mismos. (3:1-3)
Además, los falsos apóstoles y líderes dependen de sí mismos, mientras que los verdaderos siervos dependen de Dios (4:7) Los falsos apóstoles y líderes practican lo oculto y vergonzoso, engañando y adulterando la Palabra de Dios, mientras que los apóstoles y líderes verdaderos son honestos y abiertos; hablan la verdad con claridad. (4:2) Los falsos apóstoles y líderes recalcan y se centran en lo que se ve y en lo temporal, mientras que los verdaderos siervos se enfocan en lo que no se ve y en lo eterno. (4:18)
Cuando Pablo mostró las diferencias entre sí mismo y los apóstoles falsos,él compartió pensamientos personales y abrió su corazón. El escribió las numerosas veces que sufrió por Jerusalén. Al contrario, los maestros falsos carecían de persecución, poder espiritual, enseñanza bíblica y carácter piadoso (11:21-29)
Capítulo 12.  El aguijón en la carne.
En este capítulo vemos una experiencia que experimentó Pablo. El habla acerca de haber sido llevado al tercer cielo. Esa experiencia ocurrió en su primer viaje misionero, cuando estuvo en la ciudad de Listra (Hechos 14:19,20) ¿Estuvo realmente muerto Pablo? No creemos que esa gente lo hubiera abandonado si no hubiesen estado bien seguros que Pablo estaba muerto. En la experiencia que Pablo tuvo, él no estaba bien seguro de si lo que vio fue una visión o si realmente fue llevado al cielo (12:3)
Permítanme hacer un pequeño inciso para hablar de los tres cielos existentes.
El llamado "primer cielo" es el lugar donde habitamos los humanos, hasta el mismo cielo donde vuelan las aves y los aviones. El "segundo cielo" corresponde al cielo cósmico; mientras que el "tercer cielo" es el lugar o morada de Dios.
¿Había muerto realmente Pablo y llevado al trono de Dios, o simplemente perdió el conocimiento a causa de los golpes? Yo creo que el estuvo muerto y que llegó al tercer cielo, al trono de Dios. Con respecto a lo que vio allí, Pablo usa el adjetivo de "inefable" esto significa que lo que vio no se puede expresar con palabras. Ese fue su informe completo. Pablo en ningún momento hizo alarde de sí mismo ni se jactó por tal experiencia.
Más adelante, en el versículo 7, Pablo habla de un aguijón en su cuerpo. Era tanto lo que Pablo estaba recibiendo de parte de Dios (revelaciones, visiones, milagros) que todo eso humanamente podía exaltarle. Para evitar esto, Dios permitió que Satanás le infringiera alguna dolencia física. ¿Cuál era el aguijón que Pablo tenía en su cuerpo? Eso no lo sabemos, aunque se especula que era un problema de visión (Gálatas 6:11) mientras otros sostienen que era una úlcera. Lo que si sabemos es que Dios lo permitió y no se lo quería quitar aunque Pablo rogó por tres veces (8:9) Dios lo hacía para mantenerlo humilde y evitar que se enorgulleciera. Dios sólo le dijo: "Bástate mi gracia" Dios no le iba a quitar el aguijón, pero que le daría la gracia para poder soportarlo. Dios también le dijo que su poder se perfecciona en la debilidad (12:9) En el ministerio de Pablo era evidente que él era físicamente tan débil, que el Espíritu de Dios le suministraba la fuerza y el poder que necesitaba. Es por ello que Pablo podía decir  que él mas bien se gloriaba en sus debilidades para que el poder de Dios reposara en él (12:9,10)Pablo termina pidiendo disculpas por gloriarse en sus debilidades y añade que en nada fue inferior que los grandes apóstoles, porque las señales de apóstol habían sido hechas por el entre los corintios. (12) Ahora bien, ¿ Qué señales son esas "señales de apóstol?
En el tiempo de Pablo habían ciertos dones o señales dadas a los apóstoles para hacer auténtico el mensaje que proclamaban, Ellos tenían el don de sanar enfermos, resucitar muertos, echar demonios y hablar en lenguas. En aquellos primeros tiempos del cristianismo era necesario difundir  el Evangelio por el Imperio Romano lo más urgentemente posible. Y con tal propósito, los apóstoles fueron equipados con esos dones extraordinarios.
Terminamos esta carta en el capítulo 13 donde Pablo anuncia su tercera visita, mientras les dice algo importante a los corintios.  El no buscaba lo que ellos tenían, o su dinero, sino que los buscaba a ellos. Pablo los quería ganar para Cristo, y por consiguiente, ellos no debían pensar que él los quería engañar. Todas las cosas que habían sido dichas por los falsos profetas acerca de él,se resolverían por medio de testigos (ley de Moisés)
Pablo se pone firme en los versículos 2 y 3 y habla que cuando vuelva, no será indulgente con los que estaban dudando de el.
Termino exponiendo el versículo 10 de este capítulo 13 donde Pablo habla acerca de que su autoridad recibida de Dios sobre ellos es para edificación y no para destrucción. La autoridad que el Señor da en estos días a los que están en el liderazgo en la iglesia es, al igual que en Pablo, para edificar al Cuerpo de Cristo, y no para destruir al Cuerpo de Cristo.
Una última exhortación de Pablo a los corintios se da en el versículo 11 para que todos ellos tengan gozo, se perfeccionen, consuelen, sean de un mismo sentir, y vivan en paz. Si esto hacían ellos, y si esto mismo hacemos nosotros hoy, "El Dios de paz y de amor estará con nosotros".

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