lunes, 14 de septiembre de 2020

¿Cómo tener una mente sana?

1.  Ocupa la mente en cosas correctas

Le das vueltas al mismo asunto pero necesitas

ocupar tu mente en otra cosa. “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Prov. 23:7). Si alguien te lastimó y le das vueltas a ese pensamiento, va a salir amargura de ti. Dios nos dice que nos mantengamos en la verdad, pero en la verdad de Su palabra y Sus promesas, porque a veces es nuestra propia verdad la que nos tiene atados.

Si queremos que el Señor guarde nuestro corazón y nuestra mente, entonces tenemos que ocuparnos en pensamientos correctos. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:7-8).

Si estamos meditando en la Palabra entonces podemos tener una respuesta conforme a la voluntad de Dios sin importar las circunstancias. “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Jos. 1:8).

2. Lleva todo pensamiento cautivo a la obediencia en Cristo

“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Cor. 10:3-5).

Si estamos viviendo conforme la voluntad de Dios, podemos derribar los argumentos que hacen que no avancemos. De esa manera podrás renovar tus pensamientos. Aunque no quieras hacerlo lleva todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo. Eventualmente se hará un hábito en tu vida.

3. Su Palabra debe estar en nuestra mente

Todas esas series televisivas que estás viendo, y no digo que sea malo hacer eso, pero todo eso está en tu mente. ¿Te estás llenando de basura? Muchas de las luchas que tienes en tus pensamientos son consecuencia de las cosas que ves y escuchas. ¿Alguna vez has dedicado ese tiempo para leer y/o orar?

“El Espíritu Santo les recordará todas las cosas…” (Jn. 14:26). Si no tienes palabra en tu mente ¿qué te va a recordar el Espíritu? Pero si te aventaste 20 series en la semana ¿qué vas a tener en tu cabeza? Cuida lo que ves y lo que escuchas.

“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo” (Jer. 31:33).

4. Debemos amar al Señor con toda nuestra mente

“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento” (Mc. 12:30).

Requiere un esfuerzo físico poder permanecer buscando al Señor. Necesitas vencerte a ti mismo para poder permanecer en esos tiempos con Dios y mantener el compromiso. Cuando agarras la Biblia ¿qué es lo primero que pasa? Te da sueño. Necesitas tomar decisiones.

Debemos analizar si lo que estamos pensando agrada o no al Señor. Porque aun con nuestros pensamientos tenemos que agradar a Dios.

5. Decide confiar en Dios

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Is. 26:3).

¿En qué pensamiento estás perseverando? ¿Estás perseverando en las promesas de Dios o en los pensamientos negativos? ¡Renueva tu mente! Porque podemos clamar al Señor que cambie nuestra mente pero si tú no estás tomando las decisiones correctas para sacar esos pensamientos y llevarlos cautivos en obediencia a Cristo, ¿cómo va a cambiar tu mente? Necesitas estar dispuesto a someterte a Dios.

El Señor no quiere que la mente de Sus hijos esté bajo opresión. No quiere que tengas imágenes de desánimo, o que pienses que no eres valioso ni capaz; tampoco quiere que tengas imágenes que estén ligadas al pecado o a tu vida pasada. El enemigo es experto en hacernos sentir culpables. Si tú le das lugar a esos pensamientos, el enemigo te hace pedazos.

Jesús te hizo libre

Muchas decisiones en mi vida y en lo profesional las tomé con temor, porque sabía que no era capaz para esas asignaciones que me daban, y decía: “Dios, Tú estas conmigo, pero yo no me siento capaz”. En fe tomaba la decisión de dar ese paso. Pude haberme dejado gobernar por esos pensamientos de inseguridad y no tomar ninguna decisión, pero cuando decides creerle a Dios, entonces no hay nada que te limite.

Jesús dijo: “… El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Jn. 14:12). Que no podamos renovar nuestra mente nos limita. Pero Jesús vino a traernos libertad y vida. Él vino a deshacer toda obra de tinieblas y maldad. En Cristo tenemos la oportunidad de tener una mente conforme al propósito de Dios, una mente correcta. Jesús vino a restaurar la relación con el Padre, y el Padre no se limita con lo que quiere darnos.

“y renovaos en el espíritu de vuestra mente” (Ef. 4:23).

Tomado de htt5-cop://www.jovenesdebrisas.com/nsejos-para-tener-una-mente-sana/

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