lunes, 23 de octubre de 2017

Estudio de la iglesia en Corinto (3)

Ciudad de Corinto
1 Corintios 6
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

-Cuarto de los 5 problemas: Abusos de la libertad cristiana
Estamos ya en el cuarto de los cinco problemas que el apóstol Pablo tuvo que tratar en la iglesia de Corinto.
El apóstol comienza a tratar este problema numerando las acciones pecaminosas que Dios reprueba, y que algunos de los hermanos en la iglesia toleraban y le restaban importancia. Ellos se estaban equivocando al pensar que el practicar esos pecados no impedía la entrada al reino de Dios. Es por esto que Pablo les corrige al decirles "no erréis". Los corintios, en su nueva vida en Cristo, no debían permitir ser manchados nuevamente con la práctica de esos pecados. Ellos ya habían sido limpiados y justificados de sus pecados a través del sacrificio de Cristo y no debían mancharse nuevamente si no querían perderse eternamente.
De ninguna manera debemos confundir la libertad en Cristo con el libertinaje. La libertad en Cristo no es licencia para pecar. Aquellos que practican continuamente los pecados que el apóstol Pablo numeró en el pasaje de entrada, no tienen parte ni en la iglesia, ni en el reino de Dios. Algunos de los corintios habían sido perversos, inmorales, homosexuales, idólatras, ladrones, borrachos...pero Dios los había sacado de todo eso y ahora eran nuevas criaturas en Cristo. ¿Como podían agradar a Dios siguiendo la vida inmoral que antes tenían? Los corintios tenían un lema o dicho común que siempre repetían: "todas las cosas me son lícitas"  Ellos seguían la filosofía griega la cual afirmaba que el placer era el mayor bien de la vida y por tanto ningún placer llevado a cabo en la vida era malo. Es por esto que decían igualmente: "Comamos y bebamos porque mañana moriremos". Estas filosofías griegas entraron a la iglesia de los corintios los cuales pensaban que en Cristo no habían leyes morales al igual que entre los griegos. Es entonces que Pablo establece un equilibrio entre la declaración del versículo 12 "todas las cosas me son lícitas..."con dos consideraciones: 1) ¿me beneficiará esto a mí?; 2)¿podría ser que esto llegara a dominar mi vida? Este mismo es el principio que podemos aplicar nosotros hoy para nuestro bien. Ser libre de reglas no significa que somos libres de consideraciones morales. En Cristo somos libres para elegir lo recto y para rechazar lo malo.
Algunos de los cristianos corintios habían ido demasiado lejos en su libertad. Algunos pensaban que eran libres para hacer todo cuanto quisieran con sus cuerpos. Por lo que dice Pablo en el 6:13 parece que ellos consideraban la actividad sexual en el mismo plano que el comer. Pablo corrige esto diciendo que el cuerpo es para el Señor, y el Señor para el cuerpo. El cuerpo del cristiano pertenece sólo a Cristo. Es templo del Espíritu Santo.

Distinción del término "cuerpo" en los pasajes de 1 Corintios 3:16 y 6:19
Vamos a hacer un paréntesis para explicar un poco la clara distinción que Pablo hace de la palabra "cuerpo" en los versículos expuestos arriba.

1 Corintios 3:16: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
1 Corintios 6:19: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
En el pasaje de 1 Corintios 6:19, Pablo está hablando del cuerpo físico individual de cada cristiano, como templo del Espíritu Santo. El mismo contexto nos lo confirma ya que el versículo anterior (18) habla de la fornicación del cuerpo, y el versículo 20 habla también del cuerpo físico y del espíritu como posesión de Dios.

Por otra parte, en el pasaje de 1 Corintios 3:16 el "cuerpo" se refiere a la iglesia en general como templo de Dios. Es por esto que cuando el versículo siguiente, el 17 dice: "Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es"
Aquí no se está refiriendo al cuerpo físico del cristiano, sino al cuerpo espiritual colectivo que es la iglesia. Lo que este versículo quiere decir exactamente es que si alguno destruyere a la iglesia (cualquiera de las iglesias locales que existían como la de Corinto) Dios le destruirá a el. Este es el significado correcto de estos versículos, y el contexto lo confirma al ver que Pablo en el mismo capítulo 3 está hablando a los corintios como iglesia, comparándola a un campo cultivado (vrs 7,8,9)
No obstante, muchos toman este versículo y equivocadamente lo atribuyen a que si alguno comete suicidio sobre su cuerpo físico, Dios lo condena por la eternidad. El suicidio es un pecado, y Dios tratará con las personas que se han quitado la vida de una manera especial, mirando la causa de su acto, pero no por ello, dándole a todos los suicidas la condenación eterna.
- Quinto problema: Caos reinante en relación a la cena del Señor

1Corintios 11:17-22. "Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiesto entre vosotros los que son aprobados. Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis?¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré?¿Os alabaré? En esto no os alabo."
En los primeros tiempos del cristianismo, la iglesia primitiva tenía comidas de fraternidad, que culminaban en practicar la cena del Señor. Al principio se trataba de una comida sencilla. Era un tiempo social más que un culto. Cada persona o familia traía su propio alimento que debía ser compartido. Pero algo cambió en Corinto. Lo que había comenzado como un medio para fortalecer la unidad entre hermanos, estaba causando mas bien división. Pablo les tiene que reprender diciéndoles que sus reuniones fraternales estaban haciendo mas mal que bien. Los creyentes se habían dividido en varios grupos pequeños cuando se reunían para la comida. Los grupos pueden muy bien haber estado formados sobre la base de posición social. Posiblemente los ricos y los pobres formaban grupos separados. El versículo 19 sugiere que algunos pueden haber estado separados sobre la base de diferencias doctrinales. Tal vez algunos judíos no querían comer con los gentiles; o tal vez los que no comían carne no se juntaban con los que si comían.
Uno de los propósitos de la comida fraternal era ayudar a los hermanos pobres. Algunos en lugar de eso, eran egoístas y comían en exceso de la comida que habían traído, mientras que otros, los más pobres, pasaban hambre y hasta habían algunos que se embriagaban, terminando la comida como una fiesta y no como una comida fraternal. Lo más grave era que después de esta "comida fraternal" ellos celebraban la cena del Señor. El egoísmo de los corintios y los abusos de la comida los hacían participar de la cena del Señor "indignamente" como parece que estaba ocurriendo por lo que se lee en el versículo 27 En las condiciones que llegaban los corintios tras las comidas fraternales, ellos no discernían ni el valor del sacrificio de Cristo, ni lo que implicaba pertenecer al cuerpo de Cristo. Es por esto que Pablo tiene que decir en el versículo 28 "pruébese cada uno a sí mismo" para ver si estaban haciendo lo correcto.
"Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para si. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen". (11:29,30)
Estos dos versículos aluden, tanto a tener conciencia de lo que se hace al tomar la cena del Señor, como a considerar a cada hermano que forma la Iglesia y que pertenece al Cuerpo de Cristo. Si no se consideran estos dos aspectos al tomar la Cena (su significado en relación a Cristo y en relación a los hermanos) se corre el riesgo de enjuiciarse delante de Dios, así como sufrir enfermedades y llegar a la muerte misma. Algo muy serio que los corintios estaban enfrentando por su comportamiento.

Hasta aquí, los cinco problemas que el apóstol Pablo tuvo que enfrentar en la iglesia de Corinto. Resumimos:

  • Divisiones en la iglesia (1 Corintios 1:10-13)
  • Un caso de incesto (5:1-5)
  • Pleitos entre miembros (6:1-6)
  • Abusos de la libertad cristiana (6:9-11)
  • Caos reinante en relación a la cena del Señor (11:17-22)
Seguiremos estudiando a los corintios a través de las preguntas que le hicieron a Pablo.


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