lunes, 6 de noviembre de 2017

Estudio de la iglesia en Corinto (5)


El uso del velo en las mujeres

"Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado". (1 Corintios 11:4,5)

¿Deben usar las mujeres velo para orar?

Siempre, en la Palabra de Dios, podemos encontrarnos con dos opciones: O que lo que se dice sea cultural o costumbre, o bien que sea un precepto, principio o mandamiento bíblico eterno que sirve en todos los tiempos. 
¿Cuándo podemos saber si es un principio o mandamiento eterno, o si es sólo una costumbre local?
Un principio o mandamiento eterno se presenta siempre en varios pasajes en la Biblia, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Por otro lado, una costumbre de una época se menciona de manera aislada muy pocas veces.
en base a esto, en lo que respecta a este pasaje en el cual Pablo ordena a la mujer orar con la cabeza cubierta, ésto NO era un principio eterno, sino una costumbre de la época. En el mundo oriental antiguo, se esperaba que las mujeres usaran siempre en público una cubierta para la cabeza. En la ciudad de Corinto, sólo las mujeres que no tenían modestia o las prostitutas, se presentaban al público sin una cubierta para la cabeza, y en ocasiones, rapaban su cabeza totalmente. Por el contrario, las mujeres modestas y las casadas, usaban no un velo que cubría toda la cabeza y la cara, sino una especie de mantilla que cubría el cabello. Las mujeres casadas usaban esta especie de velo o mantilla para mostrar públicamente que estaban casadas, y por tanto, bajo la protección y autoridad de sus maridos. Pero resultaba, que en Corinto algunas de las mujeres cristianas pensaban que su nueva libertad en Cristo las eximía de la protección y sumisión a sus maridos. El Evangelio había elevado a las mujeres a un nivel más alto, y todos, tanto hombres como mujeres, eran iguales a los ojos de Dios. Es por esto que algunas dejaron de usar el velo y se cortaban hasta el cabello, comparándolas de esta manera la gente, como prostitutas, y acarreando vergüenza para si mismas y para sus maridos.
Pablo dio entonces la regla sobre el uso del velo debido a este problema temporal que surgió en la iglesia y que era sólo, un problema de costumbre social de la época.
Durante siglos, en algunas partes del mundo, el velo ha significado poder y honor para una mujer. Con el velo sobre su cabeza, ella podía ir a cualquier parte y sería respetada como mujer casad. Sin la protección del velo, ella podía ser tratada como una mujer vulgar.
Hoy en día en muchos países las mujeres usan el velo cuando están en la iglesia. Respetamos a esas mujeres que hacen así, pero no es como hemos dicho un principio eterno, sino una de tantas costumbres de la época.

Preguntas sobre dones espirituales 
"No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales...."(1 Corintios 12:1)
"Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo."(1 Corintios 12:4-6)


La iglesia en Corinto era una iglesia rica en dones espirituales, a pesar de la inmadurez de muchos de sus miembros. Había una gran diversidad de dones entre los corintios, y eso, en una iglesia mayormente inmadura, provocaba desorden y un mal uso de esos dones. El apóstol Pablo se siente en la necesidad de hablarles al respecto para traer orden en el uso de los dones, y comienza enseñándoles algunas lecciones importantes referente a la concesión de los dones. Por ejemplo, en el versículo 4 Pablo muestra que el mismo Espíritu Santo concede diferentes dones entre los miembros de Su iglesia. También aprendemos que cada creyente recibe uno o más dones, y que esos dones son dados con el fin de que todos los creyentes puedan ser bendecidos y la iglesia edificada (vrs 7)
Un don es algo dado, regalado, no algo que se ha ganado. El propósito de los dones no es glorificar al que lo tiene, sino a Dios, así como edificar a la Iglesia.
A continuación vamos a estar exponiendo la división de los dones espirituales.
Los dones se dividen en tres grupos:
1) Dones de revelación; 2) Dones de poder; 3) Dones de expresión.


DONES DE REVELACIÓN

  1. Palabra de sabiduría
  2. Palabra de ciencia
  3. Discernimiento de espíritus

DONES DE PODER
  1. Don de fe
  2. Don de milagros
  3. Dones de sanidades
DONES DE EXPRESIÓN
  1. Don de profecía
  2. Don de lenguas
  3. Don de interpretación de lenguas
En la primera división tenemos los DONES DE REVELACIÓN.
 "Revelar "es una palabra que significa "quitar el velo". A través de estos dones el Espíritu Santo revela a la persona algo que ha estado oculto, o cosas que ésta desconocía.
Palabra de sabiduría. Incluye el conocimiento interior de los problemas, así como el reconocimiento de lo mejor o más apropiado que se debe hacer en ciertas circunstancias.
El temer a Dios (respeto) y el estudio de la Palabra, nos proporcionan sabiduría, pero tener este don es tener una revelación especial respecto de cómo tratar un problema difícil.
Palabra de ciencia. El don de ciencia es dado para una ocasión especial. Tanto este don, como el don de sabiduría, son dados por el Espíritu Santo a los siervos del Señor con el llamado a predicar y enseñar, para ayudarles de forma efectiva en la predicación y enseñanza de la Palabra. Este don se experimenta cuando el Espíritu Santo nos revela en la Palabra alguna verdad que es nueva para nosotros y no la habíamos visto antes. Otra manera más espectacular de este don en la que el Espíritu da una palabra de ciencia es en la revelación de hechos concretos. ¿De qué modo supo Pedro que Ananías y Safira habían mentido? (Hechos 5) Esto fue sólo porque el don de ciencia estaba en Pedro.
Discernimiento de espíritus. Este don se muestra en el reconocimiento de cualquier espíritu que este presente y activo en cierta situación. Con este don se reconoce la obra de los demonios para no ser engañados por ellos. Está activo en la ministración de liberación donde hay expulsión de demonios y también en el caso de que alguien de profecías falsas.

En la segunda división tenemos los DONES DE PODER. 
Los dones de poder son dones cuya función es impartir de manera sobrenatural, poder a la Iglesia, para que haga señales y prodigios.
Don de Fe. Existe una diferencia entre la fe general (que lleva a las personas a la salvación) y la fe especial. Tenemos fe para ser salvos, para ser sanados, para ser guardados del mal. A todo esto se le llama fe general y ordinaria. Por otro lado tenemos el don de fe que es especial, concedido para ocasiones especiales. Este don se puede ver obrando junto a los dones de sanidades y milagros; como cuando el cojo que Pedro sanó en la puerta de la Hermosa. (Hechos 3) Hay una convicción interna que produce este don respecto a producirse un milagro o sanidad.
Don de milagros. Se define un milagro como "un acontecimiento que está más allá de las leyes de la naturaleza". Un milagro sería por ejemplo, ver cómo se sueldan en forma instantánea los huesos rotos de una persona que normalmente tardaría varias semanas en soldarse.
Los sucesos en los cuales Jesús calmó la tempestad, o hizo que acudieran peces a las redes, son milagros, al quebrantar las leyes de la naturaleza.
Dones de sanidades. Existen "dones de sanidades"(plural) Esto significa que hay siervos que pueden tener un don especial de orar, por ejemplo, de los enfermos de la vista y ser sanados. Otros pueden tener el don para orar por los enfermos del oído y recibir sanidad. Otros para orar por el cáncer, la parálisis...etc. Dios da dones diferentes de sanidades. La persona que tiene una clase específica de dones de sanidades no puede sanar a cualquiera. El Espíritu Santo es quien lo hace a través de la persona, y si por algún motivo el Espíritu no quiere sanar a una persona, no la sana.

En la tercera división tenemos los DONES DE EXPRESIÓN. 
Estos dones no están dados para que nos sirvan como guías para nuestra vida, sino para ayudarnos a conocer a Dios en profundidad. Nos inducen a volvernos a Dios y nos infunden un temor reverente del Señor.
Don de profecía. Con este don se hablan palabras inspiradas que expresan el mensaje de Dios. Profetizar es hablar de parte de Dios. Hoy día, el profeta no es el que profetiza en el sentido de conocer el futuro, aunque pueda dar alguna palabra futura para alguien. Más bien el don de profecía es la revelación que Dios da a los siervos respecto de lo que El quiere que se haga o se diga. La palabra profética puede ser personal, grupal, o masivo, como a una congregación. Los tres propósitos de toda profecía serán: Exhortar, edificar, y consolar.(1 Corintios 14:3)
Don de lenguas. A través de este don uno habla un idioma no entendido por la persona, y que puede darse orando, adorando, o dando un mensaje de Dios.
Hay dos maneras de hablar en lenguas. La más común es la que se usa como un lenguaje devocional, para edificación propia, y no hace falta interpretación. (1 Corintios 14:2) La otra es la manifestación pública de hablar en lenguas, y la que debe ser interpretada. 
Don de interpretación de lenguas. Es el don que interpreta el idioma no entendido, de alguien que ha dado un mensaje de Dios en lenguas. Una persona se siente movida a hablar o a cantar en lenguas, y la misma, u otra persona, recibe del Espíritu Santo el significado de lo que se ha dicho. El que interpreta no entiende la lengua. No es una traducción, sino una interpretación, dando el sentido general de lo que se ha dicho. El don de interpretación puede hacerse presente directamente en la mente de la persona, en su totalidad, o bien, recibiendo algunas pocas palabras al comienzo, y luego, confiando en el Señor comienza a hablar la totalidad del mensaje.

Estos 9 dones que hemos mencionado no son los mismos que los encontrados en 1 Corintios 12:27-31 En este último caso se da la lista de personas (apóstoles, profetas, maestros, los que hacen milagros, los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas) que tienen ciertos dones. No debemos confundirnos por el hecho de que en un lugar se menciona la persona, y en otro se menciona el don. El apóstol tiene dones apostólicos; el maestro tiene el don de la enseñanza, el profeta el de profecía, y así.
El Nuevo Testamento habla de entre 18-20 dones ubicados en tres diferentes epístolas (1 Corintios 12; Romanos 12:6-8; Efesios 4:11
Cuando Dios llama a alguien para un servicio especial, Dios lo equipa con los dones necesarios para llevar a cabo ese servicio.

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