Cuando leemos en la Biblia podemos encontrar historias o sucesos que difícilmente podemos entender. Un ejemplo de ello es la historia de un hecho que ocurrió en la vida de un matrimonio detallado en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el capítulo 5.
Confiando plenamente en Dios |
Como bien hemos dicho al principio, esto ocurrió en los comienzos de la iglesia. El dejar pasar este pecado hubiera traído sobre la iglesia descuido en relación a las cosas santas y pronto la iglesia hubiera estado corrompida por el pecado sin poder alcanzar el propósito que Dios tenía para ella que no era otro sino la extensión del Evangelio.
Esta historia es un ejemplo de cosas que ha veces Dios hace y que nosotros no entendemos. Y porque no entendemos el modo de obrar de Dios comenzamos a cuestionarle y a dudar de su bondad. Pero para Dios, todo tiene un propósito bueno, aunque nosotros no lo veamos así.
La Biblia está llena de sucesos desagradables que le ocurrieron a ciertas personas, y todo, dentro del propósito perfecto de Dios.
Todo esto nos lleva a hacernos la siguiente pregunta:¿Por qué Dios permite aflicciones y situaciones adversas en nuestra vida?
Tres son los motivos principales de ello.
1) MANTENERNOS ANCLADOS EN ÉL
El Apóstol Pablo sufría un aguijón en su carne que muchos piensan que se trataba de un problema visual (2 Corintios 12:7)
Dios no le dio a Pablo esta enfermedad, sino que permitió que el enemigo (Satanás) lo oprimiera a través de esta enfermedad o aguijón. ¿La razón?)"..para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente..."(2 Co 12:7)
Dios estaba guardando a Pablo nada menos que del orgullo. El había recibido tantas revelaciones y estaba siendo usado de una manera tan extraordinaria, que corría el riesgo de enorgullecerse poniendo en peligro su misma salvación.
Seguramente muchos tengamos hoy día un "aguijón"en nuestra carne y no comprendemos por qué, después de haber orado tanto, no desaparece.
Tal vez la razón sea porque Dios permite con ello mantenernos anclados a Él
2) PARA MANIFESTAR SU PODER Y SU GLORIA.
Entre muchos de los milagros que Jesús realizó durante su vida en la tierra, está la sanación de un ciego de nacimiento relatado en el evangelio de Juan capítulo 9.
En la cultura y en el tiempo de Jesús, los judíos creían que si un hombre nacía con una enfermedad física era como consecuencia de que había pecado él o sus padres (Juan 9:2) Sin embargo, no era ninguno de estos motivos la causa de su ceguera. Aun así, Dios usó su enfermedad para manifestar su poder y su gloria sanándolo a la vista de todos
De igual manera, Dios puede usar esa enfermedad o esa situación imposible de resolver en tu vida para manifestar su poder y su gloria.
Todos conocemos al músico y compositor Beethoven. Este hombre era sordo y no escuchaba la música que componía, pero llegó a convertirse en un famoso compositor. Fue ahí, en esa su enfermedad, que Dios se glorificó en él.
De igual manera Dios puede mostrar su poder y su gloria en nuestra enfermedad o en nuestro problema. Esto lo expresa muy bien el versículo de Pablo que dice:"Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte".(2 Co 12:10)
3) PARA PERFECCIONAR NUESTRA FE.
¿Saben cómo se purifica el oro? pues sencillamente exponiéndolo al fuego para limpiarlo de todas sus impurezas. Cuando el artífice podía mirar el metal derretido y ver reflejado su rostro en el, sabía que estaba completamente purificado. En 1 Pedro 1:7 podemos leer:"Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo".
De la misma manera que no hay otra forma de purificar el oro sino por medio del fuego, así nuestra fe debe también ser purificada con el fuego de las pruebas. Es por ello que Dios usa las pruebas en nuestra vida y no las aparta, porque quiere tratar con nuestra fe.
¿Tienes algún problema o enfermedad en tu vida y no sabes porqué Dios lo permite? Mi consejo es que no intentes averiguar el porqué, sino el para qué, ya que puede que sea por alguno de estos tres motivos que hemos estado viendo: Para mantenernos anclados a Él; Para manifestar Su poder y Su gloria; Para perfeccionar nuestra fe.
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