lunes, 7 de enero de 2019

Interpretación de la profecía (1)

¿Cómo hemos de interpretar?
Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, la Biblia está llena de profecías. Si quiere tratar con precisión la profecía en la Palabra de Dios, las pautas que a continuación se ofrecen le servirán de importantes parámetros.
La palabra griega profeteia, "profecía", está compuesta de la preposición pro, "adelante", y feteia, "hablar". Su sentido es el de "proclamar", o expresar, la mente y el consejo de Dios. Según esta definición, toda la Escritura es, de alguna manera, profecía. La profecía que predice apunta hacia un cumplimiento futuro, y es de origen divino. En su libro Understanding and Applying the Bible (Compresión y aplicación de la Biblia", el doctor Robertson MacQuilkin dice: "La profecía que predice tiene dos propósitos. Uno de ellos, el principal, es el de afectar la conducta de quienes la escuchan. El otro se realiza sólo cuando se cumple la profecía. Tal propósito es el de crear y afirmar la confianza en el Dios que milagrosamente anuncia los acontecimientos por venir (Jn 13:19; 14:29; 16:4)."
Algunos eruditos dividen la profecía en dos categorías: la que proclama y la que predice. Las profecías que proclaman contienen mensajes inmediatos, para el momento actual. (Con frecuencia son exhortaciones a llevar una vida santa a la luz de alguna profecía que aún está por cumplirse.) Las profecías que predicen contienen un mensaje acerca de lo que Dios hará en el futuro. Cuando un profeta hablaba de parte de Dios, la profecía podía estar relacionada con lo siguiente: 
  1. Un cumplimiento presente o próximo
  2. Un cumplimiento futuro
  3. Un cumplimiento en dos etapas, es decir, un cumplimiento próximo y, más adelante, un cumplimiento futuro.    
Al leer las profecías de la Biblia, tenga presente las siguientes pautas, y así podrá discernir si la profecía tiene que ver con:
  1. La época del profeta mismo y/o algún tiempo futuro
  2. El cautiverio y/o la restauración de Israel o Judá
  3. La primera venida de Cristo y cualesquiera otros acontecimientos relacionados con ella.
  4. La segunda venida de Cristo
  5. Los últimos días a los tiempos del fin

Los puntos proféticos de la historia

 Época
del
Profeta
 Cautiverio
 y 

Restauración
 Primera venida de Cristo Segunda Venida de CristoCielo nuevo
Tierra nueva

  • Al estudiar la profecía, es importante recordar que los profetas no siempre delimitaron intervalos de tiempo entre los acontecimientos, ni escribieron siempre sus profecías en orden cronológico. Por ejemplo, una profecía del Antiguo Testamento podría abarcar la primera y la segunda venida de Cristo sin indicación alguna del tiempo que transcurre entre ambas. Una profecía de esta índole se encuentra en Isaías 65:17-25, en la que el profeta habla primero de "nuevos cielos y nueva tierra" (en la que sabemos que no hay muerte), y luego en los versículos 18-25 dice que "el niño morirá de cien años" y que "el lobo y el cordero serán apacentados juntos". Cronológicamente, el versículo 17  habrá de cumplirse después que los versículos 18-25 se hayan hecho realidad. 
  • La profecía debe tomarse siempre en su sentido literal (es decir, en su sentido común y corriente) , a menos que se dé uno de los dos casos siguientes:
  1. El texto gramatical demuestra que se trata de lenguaje figurado, pues se recurre a símiles, metáforas, parábolas, alegorías, símbolos o tipos. 
  2. La interpretación literal va en contra del sentido común, contradice al autor, o contradice lo que enseñan las Escrituras.
  • Cuando un pasaje profético no puede interpretarse literalmente, investigue lo que el autor pretende comunicar mediante su lenguaje simbólico o figurado. Para poder discernir lo que el autor quiere decir, busque las respuestas en los siguientes lugares:
  1. Dentro del contexto del libro en el que se encuentra el pasaje.
  2. En algún otro escrito del mismo autor.
  3. En cualesquiera otros escritos proféticos a los que el autor haya tenido acceso (por ejemplo, otros libros o pasajes proféticos en la Palabra de Dios) 
  • Recuerde que en algunos casos el profeta no emplea el tiempo futuro, aun cuando se éste refiriendo a sucesos por venir.
  • Al interpretar las Escrituras debe tomar en cuenta el contexto histórico del pasaje estudiado, teniendo presente que Dios estaba comunicando su profecía a determinado pueblo en un momento específico de la historia. Si bien es cierto que la profecía podría tener un cumplimiento futuro, el profeta tendría que comunicarla de manera que fuera comprensible a los que la iban a recibir en primera instancia, aun cuando no lograrán comprender los detalles, los símbolos, ni las implicaciones del mensaje profético.  
Haga un análisis detenido  de la historia y de la cultura reflejadas en el texto. Antes de pretender interpretar el texto, identifique todos los acontecimientos históricos, los nombres propios y los lugares geográficos.
  •  Tenga presente que el profeta que daba determinada profecía y el pueblo que recibía el mensaje no siempre captaban su significado. Por ejemplo, Daniel no pudo haber entendido lo que escribió, ya que el mensaje debía permanecer sellado hasta el tiempo del final (Dn 12:8-9).
Sin embargo muchas profecías se van aclarando mediante:
  1. Su cumplimiento documentado en la historia
  2. Su cumplimiento documentado en el Nuevo Testamento 
  3. Su explicación en algún texto del Antiguo o del Nuevo Testamento (Hch 4:24-28)
Tenga presente que muchas profecías del Nuevo Testamento incluyen citas del Antiguo Testamento y alusiones a éste. Los estudiosos estiman que sólo en el Apocalipsis hay unas 350 de estas citas o alusiones. EL Apocalipsis está repleto del lenguaje de Isaías, Jeremías  Ezequiel, Daniel y los Profetas Menores. Resulta evidente que el autor del Apocalipsis estaba empapado del Antiguo Testamento, puesto que su fraseología emana de éste. De modo que, para interpretar correctamente la profecía del Nuevo Testamento, hay que compararla con las referencias correspondientes en el Antiguo Testamento. 
  • Al estudiar la profecía, hay que entender a las frases que denotan algún período de tiempo. Busque, por ejemplo, las siguientes frases adverbiales: "en los postreros días, el día de Jehová, el día de la ira y el fin del siglo". Cuando se encuentre con frases como éstas, observe detenidamente lo que ocurre durante este período específico de tiempo y luego hágase las siguientes preguntas:    
  1. ¿Alguna vez en la historia ha ocurrido algo parecido?
  2. ¿Coinciden estos acontecimientos con algún otro período de tiempo específico?
  3. ¿Corresponden estos acontecimientos a otros mencionados en algún punto de la Palabra de Dios? 
"Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir (Observación) la ley de Jehová y para cumplirla (Aplicación), y para enseñar (Interpretación) en Israel sus estatutos y decretos". 

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